La huelga de inquilinos

LA HUELGA DE INQUILINOS DE 1907
De Juan Suriano.

Prólogo.

Durante la segunda mitad del siglo XIX se produjo la integración de la Argentina al mercado internacional como país agroexportador. Entre 1880 – 1914, las exportaciones agrícola-ganaderas exigieron obras de infraestructura como el tendido de vías férreas, la electrificación de la red tranviaria, obras de salubridad, el alumbradopúblico, la construcción del puerto y otros. La carencia de mano de obra, tanto en el campo como en la ciudad, obligó a recurrir a la inmigración ultramarina. Una porción de los recién llegados se radicó en grandes ciudades como Buenos Aires o Rosario.


El conventillo.

Buenos Aires en un corto plazo de 35 años elevó su población. La capacidad habitacional porteña fue rápidamente rebasadaapenas se inició el fenómeno inmigratorio. La vivienda se convirtió durante todo este período en uno de los principales problemas de la subsistencia cotidiana en los sectores populares. Como consecuencia, surgió en esta ciudad la casa de inquilinato: el conventillo. Asimismo el conventillo apareció en los grandes centros urbanos del interior del país. En un primer momento, los conventillos seimprovisaron en las viejas casonas patricias situadas al sur de la plaza de Mayo y abandonadas por sus moradores después de las epidemias de fiebre amarilla y de tifus que asolaron a la ciudad durante la década de 1870. El proceso de traslado de la gente “decente” continuó hasta principios del siglo XX, y las viejas mansiones que no fueron demolidas, se convirtieron en viviendas colectivas. Precisamente,las enormes ganancias que suministraban los alquileres provocaron una oleada de construcción de conventillos, con habitaciones pequeñas, servicios sanitarios deficientes y materiales de baja calidad. Ante la fuerte demanda, se trataba de lograr la mayor ganancia con la menor inversión. Los conventillos se concentraron en el área céntrica de la ciudad, principalmente en las zonas de La Boca,Barracas, Balvanera Sur, Concepción y Monserrat o San Telmo, San Nicolás y El Socorro. Esta propensión a habitar en el centro por parte de los sectores populares se debió fundamentalmente a la necesidad de vivir en un radio cercano a los lugares de trabajo. La electrificación de la red tranviaria acortó y abarató sustancialmente el viaje, y esto se sumó a la posibilidad de que una franja de lostrabajadores accediera en algún barrio distante. Es probable que sólo haya tenido acceso a la “casa propia”, una porción pequeña de los trabajadores.
Debido a los elevados alquileres, era frecuente el agrupamiento de varios trabajadores para arrendar un cuarto. La situación se volvía más grave cuando una familia se veía imposibilitada de acceder al valor solicitado por una pieza; la única alternativaera entonces compartir la vivienda con otros individuos, lo que sin duda debió provocar trastornos en los vínculos familiares. El hacinamiento se vio agravado por el precario y a veces inexistente servicio sanitario de los conventillos. El patio del conventillo se convirtió en el espacio común de todos los inquilinos, donde se debía compartir tanto la pileta de lavar como la soga para tender laropa, o la ducha o la letrina. La casi obligatoriedad de compartir estos elementos comunes provocó frecuentes reyertas entre sus habitantes. Pero el patio fue testigo también de fiestas y bailes, que se realizaban, generalmente, los domingos por la tarde.
En el conventillo se instrumentó un eficaz sistema represivo. A través de sus cláusulas, los propietarios y los caseros establecían las pautas deconducta que los inquilinos debían acatar. También lo hacían en los contratos de alquiler. El no cumplimiento del contrato permitía el inmediato desalojo de los demandados. Todo el peso del aparato judicial respaldaba a los propietarios, dejando indefensos a los inquilinos. El responsable de efectivizar este sistema era el casero o inquilino principal, individuo al que el propietario cedía...