La ideología en clave de práctica transformadora

“La ideología en clave de práctica transformadora”
Mariano Landry

Introducción:

Antes de ingresar al desarrollo del tema propuesto, corresponde efectuar una breve introducción aclaratoria para establecer desde donde se abordará a la cuestión ideológica en este trabajo. Dado el amplio panorama que se vislumbra con sólo mencionar la palabra ideología la intención de las líneas que siguengirará alrededor de observar el concepto en términos práctica social transformadora.
Siendo más precisos, el propósito es poder visualizar cómo la práctica social mediada por el pensamiento sobre esa práctica, se relaciona con los procesos ideológico-políticos que intentan abordar críticamente las formaciones sociales capitalistas para su modificación.
Slavoc Zizek luego de un esfuerzo teóricoencomiable, nos enseña el hallazgo de un lugar extraideológico, es decir de un sitio donde la huella de la ideología no consiguió estamparse. Si bien ese lugar no está en la realidad, sino que forma parte de lo Real, no subjetivado que completa la totalidad social, nos ayuda para entender la dificultad de encontrar expresiones sociales desprovistas de ideología. En sentido señala con acierto que“cuando se denuncia un procedimiento como ideológico por excelencia, podemos estar seguros de que su inversión no es menos ideológica” .
Para llegar a aquel descubrimiento, en su crítica de la ideología propone dejar de lado los abordajes comúnmente conocidos desde la perspectiva historicista donde se depende de las circunstancias sociales para otorgarle valor cognitivo al término “ideología”, einicia un recorrido desde un modo sincrónico. Así va a tomar el modelo de análisis hegeliano sobre la religión que distingue la doctrina, la creencia y el ritual, adaptándolo al terreno del estudio ideológico.
De este modo realiza la siguiente clasificación: la ideología, “en sí” (la noción inmanente de la ideología como doctrina, un conjunto de ideas, creencias, concepciones, conceptos y demásdestinado a convencernos de su “verdad”, y sin embargo al servicio de algún interés de poder inconfeso), la ideología “para sí” (la ideología en su exteriorización-otredad, la existencia de la ideología en prácticas ideológicas, rituales e instituciones) y la ideología “espontánea” (como aquellos presupuestos presuntamente extraideológicos, implícitos).
Puntualmente, nuestra idea es avanzar sobrela segunda categoría de análisis pero desde aquella perspectiva transformadora planteada en el primer párrafo. Observar de qué manera las prácticas sociales, no sólo las vinculadas con el Estado y sus instituciones, sino también, y sobre todo, aquellas que refieren a las prácticas producidas a nivel de la sociedad civil.
Esta división para el análisis en dos planos permite preguntarnos de quémodo podemos encarar un estudio crítico de las sociedades burguesas cuando se intenta instalar desde los sectores dominantes la noción de neutralidad, de una instancia no ideológica, objetiva, sin carga valorativa, respecto de sus imposiciones de organización societal, política, económica, cultural, como las únicas, irrefutables e inamovibles.
Superar esa afirmación implica enfrentarla, oponerleel resultado –para nosotros- de una construcción colectiva que dé cuenta de los aspectos que se puedan rescatar de las propuestas anteriores y señale los lineamientos de una nueva formación social.
Desde ya no es este el espacio para tremenda acometida, pero si estas ideas aportan al debate en ese rumbo, la intención tuvo sentido.

En el proceso de construcción social de la realidad aparecela conciencia como componente indispensable del proceso. Considerando la realidad no como aspecto estático, sino en movimiento dinámico y contradictorio, queremos destacar el indudable vínculo entre la práctica y la conciencia. Señala Georgy Lukács citado por Terry Eagleton que “el criterio de la corrección del pensamiento es, por supuesto, la realidad. Pero esta no es, sino que deviene, y no...