la iglecia católica y sacerdotes tercermundistas
El movimiento renovador dentro de la IglesiaCatólica había dado varios frutos muy visibles en años anteriores, en especial las modificaciones en el culto y en la orientación secular de la iglesia establecidas en el Concilio Vaticano IIy las indicaciones sobre la implicación de la Iglesia en la acción social contenidas en la encíclica Populorum Progressio dictada por el papa Pablo VI. En 1967 el obispo brasileñoHélder Câmara lideró un grupo de 18 obispos de Latinoamérica, Asia y África que redactó una proclama, en la que se vinculaba la situación de pobreza y desamparo de los ciudadanos del TercerMundo con la explotación a la que las corporaciones multinacionales, con el aval de los gobiernos de los países industrializados, los sometían, y expresando el compromiso religioso con lamejora de la misma. En agosto de 1968, la reunión de la Conferencia Episcopal Latinoamericana en la ciudad colombiana de Medellín llegó a conclusiones similares; el documento redactadopor la misma declaró el compromiso de la Iglesia en la mejora de la situación de los pobres, actuando sobre las situaciones que originaban la miseria. La adaptación al momento político,de acuerdo a la CELAM, obligaba a los sacerdotes a avalar acciones políticas de diferente cariz —revolucionarias, pacíficas o violentas— en los distintos contextos nacionales.
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