LA LEGISLACION Y NUESTRO QUEHACER EDUCATIVO

“Una pasadita” a aspectos didáctico-pedagógicos

LA LEGISLACIÓN Y NUESTRO QUEHACER EDUCATIVO

*Álvaro Silva Sanabria

Recientemente el informador televisivo expresó que las estadísticas muestran nuestra triste realidad educativa; que los índices de aprovechamiento escolar en nuestro país son lamentables y por ello ocupamos –en ese renglón- las últimas posiciones en el conglomerado demás de treinta naciones. Pronto buscamos culpables y luego surge la reflexión sobre lo que hemos hecho en materia educativa, en qué medida hemos cumplido con nuestra responsabilidad cada padre, cada alumno y cada profesor de los diferentes niveles de escolaridad, y cuál ha sido la posición de las autoridades con respecto al problema. Pero, mejor demos “una pasadita” a documentos que son reguladoresde nuestra labor escolar.
En rápido pincelazo asentaré que la base legal o marco jurídico de la educación en nuestro país se sustenta en los artículos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 12, 13, 14, 20, 21, 22, 23, 24, 28, 31 y 32; en las fracciones IX, XI y XIII del artículo 33, además en los artículos 42, 47, 48, 49, 50, 60, 68, 69, 70, 71, 72 y 73 de la Constitución General de la República. En losartículos 2, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 13, 14, 15, 19, 22, 23, 30 y 34 de la Ley Estatal de Educación, así como en el Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo del Personal de la Secretaría de Educación Pública.
Los padres de familia, alumnos y trabajadores de la educación somos los entes sociales del hecho educativo. Los padres aportando los materiales que el hijo requiere y fomentando losvalores y hábitos propios del medio familiar, los alumnos participando activamente y cumpliendo con las responsabilidades diversas que el carácter de estudiantes les impone.
Los profesores estamos obligados a prepararnos mediante los programas de actualización permanente que nos ofrecen las autoridades educativas, a cumplir con los programas, elaborar los avances programáticos, aplicar unaadecuada metodología, evaluar a los escolares y finalmente recurrir a la autoevaluación de la tarea realizada.
La real interacción permitirá mayores índices de aprovechamiento en millones de niños y jóvenes a nuestra custodia. Por consecuencia, mejor escolaridad provocará un mayor desarrollo del país. De vivir de manera antagónica con padres y alumnos, se provocará la anarquía y el caos para caerfinalmente en actitudes indolentes.
La educación de nuestro país es responsabilidad conjunta del Estado, el Gobierno, la Secretaría de Educación Pública, la sociedad, los padres de familia y los trabajadores de la educación. La ausencia de participación provocará gran deficiencia cultural, la cual se reflejará en un atraso científico y tecnológico, un marcado rezago social e inequidad en larealización.
Recordamos que ya son parte de la historia los términos de mártires y apóstoles, acuñados para referirse al profesorado en tiempos de la escuela rural mexicana, cuando los mentores daban “hasta el pellejo” en el ejercicio de su misión. Fueron tiempos en que el maestro lo era todo; ahora son evidentes los esfuerzos que autoridades educativas hacen para arraigar a los profesores,lo cual aún no ha logrado el éxito deseado.
Vocación, convicción y obligación son elementos que nos permitirán avanzar. Lo ideal sería que hoy fuéramos como ayer, con marcada vocación de servicio y convicciones; que emanarán de nuestra función de educadores los principios de solidaridad, justicia, libertad y democracia; que fuera firme nuestra conciencia y tuviéramos claridad de servicio hacialos demás y mostráramos la ética profesional que poseemos, utilizando la herramienta infinita que existe para la tarea docente. La obligación que nos asiste a los profesores es responder a un contrato de trabajo, concretar el programa, evaluar concientemente, promocionar a los alumnos y finalmente autoevaluar nuestra función.
Al citar la evaluación no puedo dejar de lado lo relacionado...