La leyenda del sombreron
Por el barrio de la Parroquia vieja, sobre esas calles sinempedrar, pocas personas se atrevían a deambular. De pronto se escuchó el caminar pausado de unas mulas que anunciaban la llegada de alguien. A su paso el ladrar de los perros se convertía en llanto.Se vislumbró la imagen de un carbonero pequeñísimo, vestido de negro y con un cinturón brillante, botines de charol y al hombro una guitarrita de cajeta. Sobre su cabeza, un enorme sombrero de alasanchas que casi lo ocultaban por completo.
El pequeño hombrecillo atravesó el atrio de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, dobló por la Calle de la Amargura y se detuvo frente a un viejopalomar. En un poste torcido amarró a sus mulas y empezó a cantar:
Los luceros en el cielo
Caminan de dos en dos
Así caminan mis ojos
Cuando voy detrás de vos
Aquel atrevido que llevabaserenata a tan altas horas de la noche seguía cantando:
Eres palomita blanca
Como flor de limón,
Si no me das tu palabra
Me moriré de pasión.
Los vecinos del Barrio de la Candelaria empezaron amurmurar sobre el atrevido pretendiente que creían le cantaba a Nina, una hermosa joven de ojos verde gris chispeantes y cabellos largos color miel.
Caía la noche y las serenatas se repitieron, elmisterioso enamorado seguía sembrando coplas en la puerta de la casa de Nina.
Te quiero más que a mis ojos
Más que a mis ojos te quiero
Pero quiero a mis ojos
porque mis ojos te vieron
[Verilustración de El Sombrerón]
Nina se conmovía profundamente con el canto de su pretendiente a quien nunca había visto, hasta que un día abrió su ventana y el pequeño enamorado pudo por fin entrar.Todos querían conocer al hombre que cortejaba a Nina y una noche la vieja Matilde se acurrucó tras la ventana de su casa y pudo ver al pequeño carbonero de gran sombrero, con su patacho de mulas y...
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