La Macorina, Más Allá De Una Canción Cubana

La Macorina, mas allá de una canción cubana



Con cabellos cortos, ropajes de colorines, pañuelos en el cuello, y pantalones, aquella mujer desafió la época que le tocóvivir.
Traía las modas vigentes en Europa, sonaba el fotuto de su carro rojo descapotable, y deslumbraba a quienes la veían pasar por las calles de la Habana en aquellos tiempos,convirtiéndose así, en la primera mujer de Cuba, que manejó un automóvil de su propiedad.
Aquella, que nació en Guanajay el 14 de Marzo de 1892, era toda una señora progresistasin proponérselo, corría su fama de mujer “alegre”, mientras los señoritos ricos rendían a sus pies considerables fortunas.
Con la cara muy bella, poblada de pequeñoslunares,“la Macorina”, como le apodaron, conquistó a senadores y hacendados, con su comportamiento licencioso.
Llegó a tener nueve automóviles y cuatro lujosas casas y vivió la mayor partede su vida en la capital de Cuba.
Lo cierto es que María Constancia Caraza Valdés, como le pusieron al nacer, ó María Calvo como se autonombró ella años después, fue centro deinspiración de disímiles artistas, al acumular múltiples anécdotas.
Luego de 1920, regresó de visita a su localidad natal y como ofrenda, en la iglesia, donó jarrones deporcelana que aun son conservados en el altar.
Al caer el gobierno de Gerardo Machado en la década del 30, esta controversial mujer, comenzó a sumirse en la pobreza, y poco a pocovendió sus objetos de valor, los autos, las joyas, las mansiones.
En aquel entonces quiso borrar su pasado, y aunque murió el 15 de junio de 1977 en total anonimato, trascendió ala historia en el recuerdo de quienes la conocieron y en la popular letra de Abelardo Barroso que repetía en su estribillo “Ponme la mano aquí, Macorina, pon Macorina”...