La marca como aportación no dineraria al capital social de la sociedad anónima
en nuestra economía nacional, a partir de nuevas y complejas relaciones mercantiles entre
los sujetosque interactúan en el mercado, enfatizándose a partir de corrientes hegemónicas
tendentes a polarizar aún más este Mundo desigual, gravitando sobre el mismo el efecto del
neo-liberalismo, el cualindefectiblemente, como fenómeno capitalista, trae consigo fusiones
de grandes Sociedades Anónimas erigidas en verdaderos emporios, que capitalizan cada
vez más mayores cuotas de Mercado, pordemás, fenómeno encaminado a una voraz
acumulación del capital en Sociedades Mercantiles, que por consecuencia han derivados en
imponentes monopolios a partir de la desnaturalización del sentido depropiedad del Estado
sobre los Medios de Producción y Servicios; en este orden, las Marcas, como Activos
Intangibles, juegan un papel sumamente valorizador y competitivo de aquellasprivilegiadas
Sociedades Anónimas que cuentan en sus Balances Financieros con tales Activos. Hoy en
día es una realidad inobjetable el rol protagónico, que juegan ya las Marcas como epicentro
de lacompetencia y de las estrategias encaminadas al dominio del Mercado. Las diferentes
alternativas de comercializar o explotar las Marcas para las Sociedades Mercantiles ya a
través de Licencias de Usode Marcas o Contratos de Franquicias constituyen,
inobjetablemente, nuevas y jugosas formas de acrecentar el capital vía royalties. Es
apreciable, también, el fenómeno actual de cómo algunasSociedades Mercantiles han
logrado obtener incluso financiación utilizando su portafolio de Marcas en operaciones de
compra-venta. Diariamente es ya un hecho usual en el tráfico económico, lacompra o fusión
de Sociedades Anónimas conteniendo las mismas Activos Intangibles, entre ellos las
Marcas; activos susceptibles a grandes fluctuaciones de valor y de ser valuados y
enajenados...
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