La migracion social
Entre 1980 y el 2000, el Perú vivió una situación de violencia política sin precedentes, que dejó un doloroso saldo de asesinatos,secuestros, desapariciones forzadas, torturas, detenciones injustas, graves crímenes y violaciones a los derechos humanos.A la larga historia de conflictos culturales, a ladiscriminación racial y étnica5, la violencia estructural, la violencia del narcotráfico y la delincuencia común, se sumó la violencia política desarrollada por SenderoLuminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Esta violencia política desatada por estos grupos subversivos durante la década de los 80 yprincipios de los 90, en casi todo el territorio peruano fue duramente reprimida por el Estado.La zona centro-sur del país fue declarada en emergencia y sometida a unriguroso control militar; sin embargo, esta estrategia no logró acabar con la subversión. Las víctimas producidas por la violencia política en el Perú entre 1980 y el2000 suman, según el informe final de la Comisión de la Verdad, 69 mil muertos y desaparecidos, de los cuales «el 75% de las víctimas fatales tenían como idioma maternoel quechua» (Comisión de la Verdad, 2003).
Durante estos años de terrorismo, las zonas más deprimidas comenzaron a expulsar paulatinamente a la población de losámbitos rurales a los ámbitos urbanos, así como de la sierra y selva a la costa, principalmente a Lima, que se ha convertido en el gran núcleo de recepción de lapoblación migrante, y a la vez trampolín para que los peruanos se abran hacia nuevos horizontes. (Tornos y otros, 1997; Meneses, 1998; Stern, 1999; Zorogastua, 2000).
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