La milonga
El Tiempo te escuchó en la gaditana Arcos de la Frontera: te llamaban guajira. Después te encontró en Cuba como cubana. Regresaste a España como flamenca. Y apareciste en las “orillas” deciudades platenses de Suramérica como milonga: apodo que te dieron los negros africanos por bulliciosa y parlotera.
El tiempo te vio crecer en las cuerdas de guitarreros por polca criolla o porguajira, te oyó de labios gauchos payadores y en pies de compadritos y malevos imitando al negro de los Tambos. Reina de de lenocinios, de piringundines y de circos, de zarzuelas y de sainetes. Le distetu nombre a los bailes y a sus asistentes milongueros de milonga. Fuiste la “carne” entre dos “tapas”: la ciudad y el campo y te convertiste en esencia de suburbio, nacionalismo de unión yfederación. Inspiraste a Payadores de canto criollo: Gabino Ezeiza, José Betinotti, Arturo De Nava, Nemesio Trejo. José Hernández te citó en su “Martín Fierro”: “Supe una vez por desgracia/que había un bailepor allí, /y medio desesperao/a ver la milonga fui.”
En el teatro te pusieron en escena Antonio Podestá con “la estrella”, Andrés Abad contigo misma, “milonga”.
Le diste tu coreografía al Tango,tu mellizo y compañero de compas: el te lo dobló; y tristón y rezongón te abandonó, llevando en sus entrañas tu emoción y tu picardía.
El Tiempo dejó de verte y escucharte poco. Apenas de cantó ElMorocho del Abasto en “sos una fiera” o en la “la catedrática o en “tortazos”; la voz sentimental de Buenos Aires en “mi perro”; el Caballero de la Canción, Corsini, en “la muerte de la milonguita”,en “flor marchita” o en “mi viejo rancho”; el Padre del Tango Criollo, Villoldo, en “los carreros”, en “el tragaldabas”.
Escondiéndote del tiempo y mientras dormías, “Piricho” te haciatangomilongas: “pinta brava”, “el opio”, “milonga con variaciones”, “el caramelo”; Arolas, el tigre del bandoneón: “derecho viejo”; Firpo, el señor del Tango: “por el buen camino”; Fresedo, el caballero de la...
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