La ofensa

La ofensa involuntaria
La ofensa es la primera novela del conjunto bautizado como “trilogía del horror”, seguida por Derrumbe y El corrector, con la que Ricardo Menéndez Salmón se consolidó, según la crítica de su país, como uno de los escritores españoles jóvenes más sólidos.
Desde los títulos lacónicos uno puede imaginarse que Menéndez Salmón pretende inscribirse dentro de cierta tradicióncentroeuropea, conformada por escritores tan disímiles como Kundera y Bernhard –aunque sus títulos también se asemejen a los de Gabriela Mistral–, que comparten la preocupación por el estilo y el gusto por temáticas en que el hombre se ve enfrentado, casi siempre de manera involuntaria, a un mundo hostil, opresivo y cruel. Al escritor asturiano parece habérsele adelantado el salvadoreñoCastellanos Moya, quien con títulos como Insensatez, Desmoronamiento y, sobre todo, El asco, importó la mirada inclemente al horror centroamericano, pero esa es otra historia muy alejada, en todos sentidos, de la novela de Menéndez Salmón.
Lo primero que llama la atención de La ofensa, para bien y para mal, es la forma en que está escrita; todo el mundo estaría de acuerdo en que se trata de una prosacuidada, aunque el resultado no suscite opiniones uniformes. Para algunos lectores el estilo de La ofensa es al que debe aspirar toda obra que pretenda leerse como literatura, lo que podría sintetizarse en adjetivos numerosos y arcaicos, frases largas repletas de subordinadas y aposiciones, prosa “elegante”, léxico culto y detallista, descripciones pormenorizadas y realistas preocupadas por laexactitud geográfica e histórica, referencias artísticas sin importar si vienen o no a cuento y un tono narrativo amable, acentuado por la presencia visible de un narrador omnisciente. Para otros, entre quienes me cuento, el estilo resulta anticuado, irritantemente solemne, a ratos afectado y a ratos involuntariamente paródico, lleno de comparaciones y de situaciones trilladas; abro el libro al azar y meencuentro con el siguiente párrafo: “Ni siquiera el fragor de las sirenas, el ruido atronador de los Panzer y la enloquecida danza de varios Stuka bien visibles en el domo del cielo, como pájaros prehistóricos, consiguieron hacerle entrar en calor. Antes bien, todo aquel estruendo, que se le antojaba la música misma de la muerte, no hizo otra cosa que arrojar vaharadas de frío sobre su pecho y susextremidades, de modo que temió no poder dar un paso sin antes desplomarse como un muñeco de nieve”.
Pero la novela, por suerte, no pretende ser sólo un mero ejercicio de estilo, sino que cuenta una historia, dividida en tres partes, que, por desgracia, no acaba de convencer. Varios críticos han alabado que en las pocas páginas del libro transcurran más de diez años, entre ellos los de laSegunda Guerra Mundial, como si este hecho representara una cualidad en sí mismo o pudiera equipararse a experimentos temporales como los de Salvador Elizondo.
Todo arranca cuando el sastre Kurt Crüwell es obligado a incorporarse al ejército nazi y marchar al frente occidental, donde, como el nombre del protagonista lo indica con la alusión a El corazón de las tinieblas, como si hiciera falta, seinternará en las entrañas del horror. Éste tomará forma en un crimen cometido por los soldados nazis contra los habitantes de un pequeño pueblo bretón, lo que produce en el joven Kurtz una extraña enfermedad: pierde la sensibilidad. Ante tal hecho, sus superiores en el ejército, tan sensibles, deciden darlo de baja y recluirlo en un hospital para su recuperación. Lo que hasta aquí era una narracióncoherente y verosímil se ve cortada por este disparate, que no pretende ni siquiera serlo, lo que produce como resultado el humor involuntario al que aludía líneas arriba. El lector, o al menos, este lector, no acaba de entender lo que le sucede al protagonista, ni por qué, si pierde la sensibilidad por culpa del horror, huye de éste y no se sumerge en él con placer o con indiferencia, como la...