La Persona Humana
Páginas: 17 (4055 palabras)
Publicado: 30 de enero de 2013
La persona humana[1]
El pasado siglo XX ha sido, quizá, la expresión más concreta de los avances y retrocesos de la historia humana. Nunca antes el ser humano había desplegado tan profunda capacidad intelectual, científica y técnica para describir, comprender, e incluso modificar, el mundo que le rodea. Los grandes avances conseguidos abren, sin duda alguna, una cantidad impresionante deperspectivas y escenarios que nos podrían garantizar un aparente progreso sin límites.
Sin embargo, muchos han sido los pensadores, artistas, políticos, activistas, líderes religiosos, y personas de a pie, que han manifestado preocupación frente a esta luz deslumbrante que parece arrojar una sombra evidente: nunca antes se sabía tanto del mundo y tan poco del hombre.
Martín Heidegger, importantefilósofo alemán, comenta al respecto:
“Ninguna época ha sabido conquistar tantos y tan variados conocimientos sobre el hombre como la nuestra [...] Sin embargo, ninguna época ha conocido al hombre tan poco como la nuestra. En ninguna época el hombre se ha hecho tan problemático como en la nuestra.” [2]
El progreso actual tiene entonces una profunda herida que lo vicia y lo refrenaindudablemente: ¿A quién va dirigido?, ¿cómo puede beneficiar el progreso de la ciencia y la técnica al hombre si el creador de ambas se encuentra carente de identidad, significado y rumbo existencial que humanice el desarrollo? El conocimiento del hombre, y su difusión a las nuevas generaciones, no sólo se presenta como necesario sino como una realidad urgente que no podemos seguir postergando.La existencia del sujeto concreto: pasar del ¿qué es? al ¿quién es?.
El hombre suele preguntarse por su origen, su identidad, por el mundo que le rodea, por la vida, por la muerte, por realidades que parecen rebasarlo infinitamente y ante las que se siente profundamente indigente. Desde el inicio de los tiempos hasta el día de hoy, estas interrogantes han acompañado al ser humano desde quesale el sol hasta su ocaso, en cada jornada, en cada uno de los minutos que han configurado su tiempo sobre la tierra.
La moderna antropología filosófica, como un eje destacado en el conocimiento del hombre sobre sí mismo, ha enarbolado una pregunta fundamental: ¿Qué es el hombre?; interrogante a la que la evolución del pensamiento occidental ha correspondido con un replanteamiento, no esnecesario preguntar qué es el hombre, dado que no existe el hombre en abstracto, sino quién es el hombre, varón o mujer, en un tiempo y con una existencia que se nos hace manifiesta en la experiencia.
La pregunta que debemos buscar responder, debe formularse desde los términos arriba mencionados: ¿Quién es el hombre? No buscamos definir un algo sino conocer un alguien, y ambas palabras sondelimitadas por un abismo infranqueable, que desde el inicio aporta una verdad: el hombre no es una cosa, es un ser que se constituye como un “yo” concreto sujeto a una existencia determinada y que comparte ciertas propiedades esenciales con otros hombres.
El personalismo, marco de referencia para la comprensión sobre el ser humano
Si es nuestra intención abordar al ser humano como un alguien,como un ser concreto, es importante partir de una concepción antropológica que brinde la confianza de que el ser humano buscará ser comprendido mediante una visión unificadora, integral, de su realidad específica.
Consideramos entonces adecuado partir desde la noción del personalismo. Siendo que éste puede, en determinado momento, aparecer como un término confuso, es necesario precisarlomediante el siguiente planteamiento:
“[…] en sentido amplio es toda filosofía que reivindica la dignidad de la persona en el campo ontológico, gnoseológico, moral o social, contra las negaciones materialistas […] En sentido más riguroso, puede llamarse personalismo o filosofía personalista la doctrina que centra en el concepto de persona el significado de la realidad.” [3]
Así pues, bajo el...
El pasado siglo XX ha sido, quizá, la expresión más concreta de los avances y retrocesos de la historia humana. Nunca antes el ser humano había desplegado tan profunda capacidad intelectual, científica y técnica para describir, comprender, e incluso modificar, el mundo que le rodea. Los grandes avances conseguidos abren, sin duda alguna, una cantidad impresionante deperspectivas y escenarios que nos podrían garantizar un aparente progreso sin límites.
Sin embargo, muchos han sido los pensadores, artistas, políticos, activistas, líderes religiosos, y personas de a pie, que han manifestado preocupación frente a esta luz deslumbrante que parece arrojar una sombra evidente: nunca antes se sabía tanto del mundo y tan poco del hombre.
Martín Heidegger, importantefilósofo alemán, comenta al respecto:
“Ninguna época ha sabido conquistar tantos y tan variados conocimientos sobre el hombre como la nuestra [...] Sin embargo, ninguna época ha conocido al hombre tan poco como la nuestra. En ninguna época el hombre se ha hecho tan problemático como en la nuestra.” [2]
El progreso actual tiene entonces una profunda herida que lo vicia y lo refrenaindudablemente: ¿A quién va dirigido?, ¿cómo puede beneficiar el progreso de la ciencia y la técnica al hombre si el creador de ambas se encuentra carente de identidad, significado y rumbo existencial que humanice el desarrollo? El conocimiento del hombre, y su difusión a las nuevas generaciones, no sólo se presenta como necesario sino como una realidad urgente que no podemos seguir postergando.La existencia del sujeto concreto: pasar del ¿qué es? al ¿quién es?.
El hombre suele preguntarse por su origen, su identidad, por el mundo que le rodea, por la vida, por la muerte, por realidades que parecen rebasarlo infinitamente y ante las que se siente profundamente indigente. Desde el inicio de los tiempos hasta el día de hoy, estas interrogantes han acompañado al ser humano desde quesale el sol hasta su ocaso, en cada jornada, en cada uno de los minutos que han configurado su tiempo sobre la tierra.
La moderna antropología filosófica, como un eje destacado en el conocimiento del hombre sobre sí mismo, ha enarbolado una pregunta fundamental: ¿Qué es el hombre?; interrogante a la que la evolución del pensamiento occidental ha correspondido con un replanteamiento, no esnecesario preguntar qué es el hombre, dado que no existe el hombre en abstracto, sino quién es el hombre, varón o mujer, en un tiempo y con una existencia que se nos hace manifiesta en la experiencia.
La pregunta que debemos buscar responder, debe formularse desde los términos arriba mencionados: ¿Quién es el hombre? No buscamos definir un algo sino conocer un alguien, y ambas palabras sondelimitadas por un abismo infranqueable, que desde el inicio aporta una verdad: el hombre no es una cosa, es un ser que se constituye como un “yo” concreto sujeto a una existencia determinada y que comparte ciertas propiedades esenciales con otros hombres.
El personalismo, marco de referencia para la comprensión sobre el ser humano
Si es nuestra intención abordar al ser humano como un alguien,como un ser concreto, es importante partir de una concepción antropológica que brinde la confianza de que el ser humano buscará ser comprendido mediante una visión unificadora, integral, de su realidad específica.
Consideramos entonces adecuado partir desde la noción del personalismo. Siendo que éste puede, en determinado momento, aparecer como un término confuso, es necesario precisarlomediante el siguiente planteamiento:
“[…] en sentido amplio es toda filosofía que reivindica la dignidad de la persona en el campo ontológico, gnoseológico, moral o social, contra las negaciones materialistas […] En sentido más riguroso, puede llamarse personalismo o filosofía personalista la doctrina que centra en el concepto de persona el significado de la realidad.” [3]
Así pues, bajo el...
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