La propina de Baldomero Lillo

Páginas: 9 (2209 palabras) Publicado: 5 de mayo de 2013
LA PROPINA (Baldomero Lillo)

Echó una mirada de desesperación a la esfera del reloj y abandonando el mostrador irrumpió en su cuarto como una tromba. El tren salía a las cinco en punto y tenía, por consiguiente, los minutos precisos para prepararse. Lavado y perfumado con nerviosos movimientos, se puso la camisa de batista, la corbata de raso y vistió en seguida el flamante frac que elsastre le entregara la semana anterior.
Echó una última mirada al espejo, se abotonó el saco de viaje y, encasquetándose el sombrero, en cuatro brincos se encontró en la calle. Sólo disponía de media hora para llegar a la estación situada en las afueras de la polvorosa villa. Mientras Corría por la acera miraba ansiosamente delante de sí. Mas la suerte parecía sonreírle, pues al doblar labocacalle encontró un coche al cual subió gritando mientras cerraba la portezuela.
- ¡Arrea, que voy a tomar el tren de cinco!
El auriga que era un gigantón descarnado y seco contestó:
- Fea está la cosa, patrón, vamos muy retrasados.
- ¡Cinco pesos de propina si llegas a tiempo!
Un diluvio de fustazos y el arranque repentino del coche anunciaron al pasajero que las mágicas palabras no habíancaído en el vacío. Recostado en los cojines, metió la diestra en uno de los bolsillos del frac, extrayendo de él una elegante esquela con cantos dorados. Leyó y releyó varias veces la invitación en la cual su nombre, Octaviano Pioquinto de las Mercedes de Palomares, aparecía con todas sus letras, trazadas al parecer por una mano femenil. Una nota decía al pie: “Se bailará”.
Mientras el coche correenvuelto en una nube de polvo, el impaciente viajero no cesa de gritar, adhiriéndose con pies y manos a los desvencijados asientos:
-¡Más a prisa, hombre, más a prisa!
De Palomares, primer dependiente de la Camelia Roja, es un bizarro mozo de rostro moreno, aventajada estatura y cuerpo esbelto y elegante. Era el favorito de la clientela femenina de la villa, que no quería ser atendida sinopor él.
Una tarde entró en la tienda una de las más importantes parroquianas de la Camelia Roja, la linajuda doña Petronila de los Arroyos, acompañada de su hija, la linda Conchita, pimpollo de veintidós primaveras. Residentes en el pueblecillo cercano, habían tomado el ferrocarril con el objeto de hacer algunas compras, pues estaba ya muy próximo el día del santo de la niña que se celebraba congrandes festejos.
El principal candidato para atender a tan distinguida cliente era, obviamente, el imprescindible de Palomares, quien hizo aquella vez tal derroche de sonrisas y genuflexiones, tomó posturas tan distinguidas y desplegó tal cúmulo de habilidades, que la majestuosa dama, prendada de la distinción y finura de aquel buen mozo, dijo a su hija éstas palabras, que cayeron en la tiendacomo una bomba:
—Conchita, no te olvides de enviar al señor de Palomares una invitación para que honre con su presencia nuestra modesta tertulia.
La niña sonrió graciosamente y, lanzando una picaresca mirada al favorecido, contestó:
—No, mamá, no me olvidaré.
Después de acompañar a las señoras hasta el coche de posta que las aguardaba, y colocar en el interior del vehículo los paquetes de lascompras, de Palomares ocupó su sitio detrás del mostrador con el rostro resplandeciente de felicidad. ¡Qué triunfo el suyo! ¡Asistir a tan aristocrática recepción y codearse con personalidades tan importantes como el Alcalde, el Subdelegado y el Veterinario! A partir de ese día la fama del hermoso dependiente creció como la espuma. Sus camaradas, consumidos por la envidia, veíanle de continuoensayar graciosas actitudes, sonrisas y reverencias delante de los vidrios de la mampara que dividía la trastienda.
Con la venia del dueño del local, que no podía negar nada a su dependiente, hizo venir a don Tadeo, el sastre remendón que convertía en trajes de irreprochable corte parisiense los géneros apolillados de la tienda, y le encargó la confección inmediata de un frac para asistir a la...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Baldomero Lillo
  • Baldomero Lillo
  • Baldomero Lillo
  • BALDOMERO LILLO
  • Baldomero Lillo
  • baldomero lillo
  • Baldomero Lillo y Sub-Terra
  • El Pago, Baldomero Lillo

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS