La Reforma Protestante
Tomado de Fernand Braudel “Las civilizaciones actuales”. Madrid. Tecnos. 1970.
La inmensa corriente de la Reforma nació entre los siglos XV y XVI. Se consolidó con el escrito conteniendo las 95 proposiciones de Lutero colocado en las puertas de la Schlosskirche, en Wittenberg.
Esta corriente transcurrió a través de todos los horribles excesos de las guerras dereligión. En realidad, estas empezaron en Alemania, en 1546, el mismo año de la muerte de Lutero, y no terminaron hasta un siglo más tarde, en 1648. En el intervalo se extendieron a otros países, y por todas partes causaron terrible ruina. Se firmaron compromisos tardíos y más o menos duraderos: Paz de Augsburgo, en 1555; Edicto de Nantes, en 1598; Carta de Majestad, en Bohemia, en 1609. Sin embargo, dadoque la Reforma, al contrario que el Humanismo del Renacimiento, llegó rapidamente a las masas, millares de hombres y de mujeres tuvieron que afrontar, para defender su fe, la guerra civil, la represión violenta (como en los Países Bajos, en la época de Felipe II; o en Francia, con motivo de la revocación del Edicto de Nantes (1658) y de la insurrección de Cévennes) o el exilio, unas veces haciael Nuevo Mundo, otras, hacia un país que les ofreciera la posibilidad de expresar libremente su fe, de acuerdo con el principio Cujus regio, ejus religio. (religión del príncipe, religión del pueblo)
Esta vehemencia se apaciguó en el siglo XVIII y a veces antes. EI protestantismo sobrevivió y llegó hasta nuestros días impregnando, con su humanismo particular, a una extensa parte del mundooccidental, en especial a los países anglosajones y germánicos. Sin embargo, no es fácil precisar el color exacto de este humanismo, ya que no hay una Iglesia protestante, sino varias Iglesias que corresponden a una pluralidad de humanismos protestantes, a diferentes tipos de hombres. Estos, no por ello dejan de pertenecer a una misma familia, sobre todo cuando se les enfrenta con su vecino, elOccidente católico.
1) En principio, hay dos protestantismos.
Con veinte años de distancia se sucedieron dos "ondas" largas, la primera dominada por fogosa actividad de Martin Lutero (1483-1546), la segunda por la actividad reflexiva y autoritaria de Calvino (1509-1564). Se trataba de dos personalidades totalmente diferentes. Lutero era un campesino de los márgenes fronterizos del Estadogermánico. Hay algo directo, fuerte y natural en su rebelión intelectual de campesino, siendo su mentalidad rural. Bauer stand des Geistes, como dijo Nietzsche. La posición de Lutero consistía en denunciar los abusos, las cosas absurdas y las complicaciones de la Iglesia, en salir de esta incertidumbre apostándolo todo en la redención por la fe ("el justo se salvará por su fe"), en contentarse con lastomas de posición emocionales e instantáneas, sin preocuparse de someterlas posteriormente a un ordenamiento meticuloso. Esta posición del joven Lutero fue pues, clara, simple, una posición romántica y revolucionaria. Exclamó:
"Dios ya no puede soportarlo más... ¡Ya no estamos en un mundo como el de antaño, en el que se cazaba y se guiaba a las personas!"
Es verdad que Lutero no pudo manteneresta actitud de oposición a los poderosos y a los ricos. En 1525, el reformador desautorizó a los campesinos sublevados, en parte por su culpa, entre el Elba, el Rhin y los Alpes. Las necesidades de acción le impusieron muchos compromisos.
Esto no evitó que continuara siendo opuesto a Calvino, ciudadano frío, intelectual, organizador, jurista que siempre sentía la necesidad de ir hasta lasúltimas consecuencias de sus propias deducciones. Lutero descubrió la predestinación como una revelación; Calvino hacía un sistema de ecuaciones con ella, lo resolvía y sacaba sus consecuencias. Los elegidos (los destinados a salvarse) habían sido escogidos desde siempre; por lo tanto, a ellos les correspondía el gobernar a los demás. Y esto es lo que hizo Calvino en Ginebra, con mano firme, aunque...
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