la religion
Se necesita la abolición de la religión entendida como felicidad ilusoria del pueblo para que pueda darse su felicidad real. Laexigencia de renunciar a las ilusiones sobre su condición es la exigencia de renunciar a una condición que necesita de ilusiones. La crítica a la religión es, por tanto, en germen, la crítica del vallede lágrimas, cuyo halo lo constituye la religión.2
La miseria religiosa es, al mismo tiempo, la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de lacriatura atormentada, el alma de un mundo desalmado, y también es el espíritu de situaciones carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo.
Renunciar a la religión en tanto dicha ilusoriadel pueblo es exigir para éste una dicha verdadera. Exigir la renuncia a las ilusiones correspondientes a su estado presente es exigir la renuncia a una situación que necesita de ilusiones. Por lotanto, la crítica de la religión es, en germen, la crítica de este valle de lágrimas, rodeado de una aureola de religiosidad3
Origen de la comparación entre religión y opio[editar]
La comparación de lareligión con el opio no es original de Marx y ya había aparecido, por ejemplo, en escritos de Immanuel Kant, Herder, Ludwig Feuerbach, Bruno Bauer, Moses Hess y Heinrich Heine, quien en 1840 en suensayo sobre Ludwig Börne ya la empleaba:
Bienvenida sea una religión que derrame en el amargo cáliz de la sufriente especie humana algunas dulces, soporíferas gotas de opio espiritual, algunas gotasde amor, esperanza y creencia.4
Moses Hess, en un ensayo publicado en Suiza en 1843, escribió:
La religión puede hacer soportable [...] la infeliz conciencia de servidumbre... de igual forma el...
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