La Sociedad De La Decepción

Es a partir de, en palabras del autor, la <<segunda revolución democrática>> que los individuos disponen de más libertad a la hora de configurar su propia vida <<a la carta>> en el sentido de que el consumo proporciona cada vez un abanico más amplio de opciones. Esta liberación de los individuos tiene tanto ventajas como inconvenientes. Se podría decir que en laactualidad, en las sociedades de capitalismo avanzado, la ventaja es que en tema de derechos y libertades los individuos ya no se preocupan tanto porque los más básicos se han conquistado anteriormente. Pero este hecho encierra una de las paradojas más importantes de la vida posmoderna: parece que en teoría el consumo nos ofrece gran variedad de productos y servicios que pueden satisfacer nuestrasnecesidades -tanto materiales como sensoriales-; el problema principal es que éstas ya no se rigen tanto por nuestro esfuerzo creativo sino que por el contrario nos están dadas y artificialmente creadas de manera que su consumo en el fondo es de forma mucho más imperativa que en la apariencia. Nos ofrecen unos productos en forma de "seducción" y en este sentido parece ser que consumimos de una forma menosestructurada y más dominada por el deseo que por la necesidad real. Se nos invita a consumir algo que deseamos de forma latente; y éste tipo de deseo es el que impera en el márketing. El márketing se encuentra ya por todas partes: se nos incita al confort, el bienestar, la calidad de vida; en todas sus áreas. Todo está estudiado de forma que parezca que es posible y cuando los individuosevidencian la realidad, es cuando se encuentran frustrados pero ya sometidos a estos imperativos. La sociedad busca el bienestar en todas partes; es uno de los valores predominantes, como si éste pudiera ser algo eterno. Por el contrario, el consumo actual nos ofrece satisfacciones e incentivos inmediatos, no a largo plazo. Es un bienestar efímero que parece ser que nos condene a su búsqueda perpetua, yaque tiene fecha de caducidad. El hecho de que dispongamos de mayor información al respecto nos hace ser mucho más críticos y reflexivos pero al mismo tiempo no impide que aparezcan una serie de frustraciones que querramos eliminarlas de la misma forma en la que buscamos ésta "felicidad transitoria y fugaz" a través del consumo. Esto es porque las formas tradicionales de socialización se handebilitado y ahora es más el individuo quien intenta crear sus propios dispositivos para afrontar estas frustraciones; sólo que ahora éstas se multiplican al mismo tiempo que lo hacen los dispositivos consumistas para afrontarlas. En cambio, antes la religión cumplía esta función regulada de forma colectiva. Ahora, son las <<medicaciones>> diversificadas las que cumplen este papel.

Porotro lado, la inexistencia de normas sociales estrictas nos conduce al deseo por conseguir algo que puede no tener límites o, simplemente, buscar lo imposible. Es decir, el deseo es infinito y no consensuado, sino que está dispergado por todas partes y muy diversificado. Cada vez somos más exigentes y esto nos provoca también frustraciones cuando nos damos cuenta de que no es posible. En relación alpoder y la política, ahora nos encontramos más desengañados con la idea del progreso, más distanciados de la creencia en utopías. Esto está relacionado con la mercantilización de muchas esferas de la vida, como también por la desregulación liberal del mercado de trabajo y servicios sociales. El descontento que provoca el empeoramiento del Estado del bienestar es generalizado, ya que el bienestaren teoría era algo fruto de la democracia y el sufragio universal, es decir, un derecho para todos, cosa que en la actualidad dista de ser real. De todas formas, se sigue buscando y el hecho de no encontrarlo provoca decepciones, desengaños y desconfianza hacia el sistema. Esto se traduce en un malestar generalizado entre iguales, es decir, entre personas que comparten el mismo objetivo pero en...