La vejez

Si la juventud supiera y la vejez pudiera
"...El anciano ha perdido; ya no tiene espacio ni tiempo en este mundo tan gracioso donde hay una especie de pasaje entre lo útil y lo inútil: o se está con la tecnología o a morir sin ella, porque sin ella no hay mundo. Y con esa pérdida se van perdiendo aceleradamente, los valores de la memoria..."

Edipo: “Extranjero, mi hija, que ve por los dos, pormí y por ella, me dice que llegas oportunamente para informarnos sobre lo que ignoramos” (Edipo en Colona, Sófocles)

Esto se escribe el 18 de agosto de 2002, o sea: el tercer domingo de agosto. Y por ser tal, solo en el matutino La Nación, aparece un anuncio: hoy se conmemoraría el día de los Abuelos. Usamos el potencial –“conmemoraría”– porque, obviamente, tal celebración no ha merecido laparafernalia de publicidad inherente a otros “días” que, evidentemente, venden mucho más. Y si bien no todos los abuelos son ancianos, sí muchos ancianos, los más, lo son y si no, son llamados como tales por muchos que no son sus nietos. Es más, a tempranas edades, los hijos ya califican a sus padres con la categoría de “los viejos”, y nos sumen en el estupor dado que entonces, ya no sabemos qué será“un viejo”.

Pocas cosas ocurren por azar, y no es por el azar, que hoy se escriben estas reflexiones. Hace ya muchos años, “Viejos son los trapos”, aparecido en otro matutino (1), daba cuenta de lo mismo que hoy intentamos, esbozamos, plantear.

¿Cuál es el lugar del anciano en nuestro mundo, al menos en el “entre nosotros”? ¿Hay diferencia con ese lugar en otros tiempos de la historia, en otrasculturas? Y vaya que la hay! Y si la hay, éste es un buen lugar, hasta un lugar mejor, ¿es un lugar de reconocimiento, de respeto, circundado por la dignidad?
Nada más alejado. Hoy, año 2002, debemos reconocer que crecer –muchos lo llaman envejecer–, seguir creciendo más allá de cierto límite temporal cada vez más cercano en edades cronológicas, es una pesadilla.

¿Cuál sería el plazo temporal paradejar de crecer y comenzar a envejecer? ¿Dónde está establecido, escrito, sancionado? ¿Todo crecimiento es corporal, espacial, en tanto tamaño?
El crecimiento comienza con la unión de las gametas, está claro que allí, el embrión comienza su labor de expansión. La vida transcurre y el embrión se convierte en feto, y el feto en neonato y este en niño y luego en púber y más tarde en adolescente yluego en joven y más tarde en adulto y llega un tiempo de la desdicha: la vejez. Parece que allí todo termina en ese crecimiento y lo esperable es que todo se deteriore, se lentifique, se opaque. En nuestra sociedad –como en tantas otras- la vejez es sinónimo de lo ineficiente, lo ineficaz, lo descartable. La vejez supone para muchos, el fin de la esperanza, la anulación de los proyectos. Y si unanciano aún conserva esos valores, no es tal: entonces es que tiene un espíritu juvenil.

Los ancianos no son rentables, no tienen un lugar en la política general de los mercados; ni siquiera lo tenían en los antiguos mercados de esclavos -valen por cuenta de cada quien las analogías, en tanto mercado o en tanto esclavo-. No eran fuerza bruta para tareas pesadas. No eran “mano” de obra eficaz. Noparece que hayamos inventado nada en tanto hoy tampoco, en nuestros mercados, tienen un lugar de compra-venta. No son eso que rige a aquellos: no son rápidos, fuertes, eficaces, eficientes, se demoran en adoptar los cambios y, sobre todo, no conviven bien con la tecnología.

Entonces sucumben imaginaria y simbólicamente ante la necedad imbécil del contraste con el niñito en cuestión que, vayamaravilla!, es capaz ya en tempranas edades de coaptarse frente a las pantallas y pulsar botones del control remoto o poner dedos en teclados y gastar inútilmente su tiempo en los mayormente estupidizantes juegos de PC y demás. Olvidamos casi siempre que, aristotélicamente, en el niño ya está el anciano en potencia y que como dijo una mujer, Francoise Dolto que iluminó su ancianidad con una...