La verdadera riqueza
Hace un siglo escribió Disraelí: "¿sabéis quiénes son los críticos? Hombres que fracasaron en la literatura y en las artes". "Todo crítico es un fracasado", rezamás escuetamente una de esas tantas ideas recibidas que representan la máxima sabiduría para algunas personas; entre ellas para los fracasados que no ejercen la crítica.
El derecho al error
Esverdad que en ciertas ocasiones el crítico es un fracasado, o por lo menos un escritor que alguna vez tuvo suficiente autoexigencia como para darse cuenta de que la novela o la oda que tenía escondidasen la última gaveta de su mesa, sencillamente no valían la gloria, pero sobre todo no valían la pena. Quien piensa que todo crítico es un fracasado, le está negando al crítico personería intelectual, yeso es un erróneo trasplante de culpas.
Reconozcamos que el crítico es, en algunos casos, un ser exasperado y con bastante más frecuencia, un ser exasperante. Aun la verdad lisa y llana tiene unalto poder de irritación; cuánto más no habrán de tenerlos ciertos vicios de la profesión tales como la lectura distraída, el consejo presuntuoso, la ironía brillante pero injusta. El mal crítico tienediversos modos de ocultar sus carencias. Lo peligroso es, sin embargo, cuando existe un mal crítico dentro del bueno.
En este sentido, la amistad constituye a veces la palabra clave. Hay críticosque, por el solo hecho de referirse al libro de un amigo se sienten obligados a elogiarlo sin medida; pero hay otros, en cambio, que se sienten obligados a vapulearlo con especial vigor, a fin de quenadie se atreva a pensar que la amistad ha pesado en el juicio.
"Nunca se le ha levantado una estatua a un crítico" decía Sibelius, pero no hay que olvidar que él, opinaba desde su propio...
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