La vida de K
Quizá la idea de rebelde empezó a fraguarse en mí ante lahipocresía e injusticia que descubría a mi alrededor a temprana edad. Los abusones, que luego se convertirían en carne de andamio, estos animalitos inquietos y jodidamente molestos que, en uso de suspocas facultades mentales, amargaban la vida a cualquier zagal que se encontrara cerca de ellos. Una tarde en mi noveno año de vida, tras sufrir la consabida agresión y persecución por parte de elpeor y mas aguerrido de los niños mayores, llegue corriendo a casa. Lagrimas en Mis mejillas sucias de tierra dejaban ver las marcas del torrente de impotencia que me recomía por dentro. Mi único deseoen aquellos momentos era poseer una capacidad con la que enfrentarme a este tipo de humano tan despreciable. Era parco en palabras, bastante introvertido y con tendencia a la timidez, por lo que lamayoría de las trifulcas tenían lugar debido a mi incapacidad para contestar verbalmente, por el temor a cagarla la cagaba pero bien. De esta manera, lo que para mí era el consuelo paterno, habría de...
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