Lalala

POESÍA Y MÚSICA

Es imposible no relacionar la poesía con la música. Almacenamos en nuestra memoria cantidad de letras de canciones con distintos estilos que son, en realidad, excelentespoesías. Ya se trate de letras de tango, de rock, de boleros o de cualquier otra estética, la letra y la música se ligan en nuestra memoria y en nuestra experiencia, y nos gusta saberlas dememoria, repetirlas y compartirlas con otros. También las canciones infantiles pueden ser muy buenas poesías, y entonces pienso en todas las letras de canciones que seguramente nos cantaban cuandoéramos niños y también en las canciones de María Elena Walsh, que jamás olvidé desde que era un niño y que forman parte del acervo de varias generaciones.

En el hecho de incorporar en lamemoria y de poder volver a reproducir, a cantar en cualquier ocasión, esas letras de la infancia, de la adolescencia y de otros momentos de la vida, se pone en juego un verdadero sentido deapropiación de la poesía: disfrutamos de cómo están dichas las cosas y, a través de la palabra poética, relacionamos el contenido de esas letras con nuestras propias experiencias personales, conlas de otros. Así buscamos en ellas sentidos y argumentos que nos ayuden a comprender mejor aquello que nos preocupa, que nos angustia, que nos inquieta y nos desafía. En este sentido, podemosdecir que las canciones constituyen una forma de atravesar y enriquecer nuestra experiencia humana.

Sin embargo, vale la pena no olvidar que la música en sí misma constituye un lenguaje yque, más allá de lo que nos dicen las letras, las melodías y los ritmos también nos dicen mucho. En este sentido, la canción es un sistema de significación complejo donde los lenguajes sefusionan y nos permiten atravesar una experiencia específica y diferente a la de la lectura de poesía. Las canciones y las poesías constituyen nuestro universo poético.





Gustavo Bombini