Lengua castellana

Había tenido otro sueño pesado, lleno de imágenes que no era capas de entender, caras que aparecían de vez en cuando de manera borrosa, y que cada vez que trataba de verlas con mas claridad, ellas se alejaban, dejándolo solo de nuevo, solo en una inmensa negrura.
Abrió los ojos y vio todo negro, tan oscuro que se pregunto a si mismo si su cuerpo había reaccionado correctamente a la orden dada,“Abrí los ojos, abrilos ya!”. El no se dio cuenta, pero estaba hablando en voz muy alta, prácticamente gritando, lo siguió haciendo por un largo rato hasta que escuchó el sonido de una puerta que se abría.
“Te despertaste por fin”. Dijo una voz masculina, tranquila, lo que le dio a pensar que esa persona no tendría más de 15 años. “Estuviste dormido por mas de 15 horas!”
“¿Qué me desperté?,¿Dormido por mas de 15 horas?, ¿Por qué no puedo ver nada?, ¿Me vendaron los ojos?, ¿Dónde estoy?, ¿Quién sos?”. El hombre dijo todas estas preguntas de manera rápida, usando un tono de voz que rozaba la desesperación, porque en realidad estaba desesperado, no entendía nada, no sabía ni quien era ni donde estaba, y lo que mas lo asustaba era el hecho de no poder ver.
“Uy, yo no tendría que hablarte deeso, mejor llamo a mi papá para que te explique todo mejor, ya que fue el quien te encontró en la orilla”. Dijo el joven, un poco asustado por la actitud del nuevo visitante, mientras iba saliendo de la habitación apresurado.
El hombre se quedó allí, medio acostado, medio sentado, temía que si se levantaba de la cama, que le pareció muy grande y cómoda, quizá se golpearía con algún objeto o caeríaal piso como un bebé que aún no puede caminar bien. Necesitaba respuestas, y las necesitaba urgentemente, antes de perder la poca cordura que le quedaba.
Al cabo de unos minutos, volvió a escuchar el sonido de la puerta y la voz de alguien maduro que le preguntaba como se encontraba y si había podido dormir bien. El hombre por supuesto no escuchó muy bien ninguna de ellas, para él el sonido deesa voz era una canción de fondo, que no le proveían las respuestas que el tanto necesitaba.
“Me puede decir donde estoy por favor!”. Su desesperación lo llevo a cortar el hilo de preguntas que el recién llegado le estaba haciendo y a gritarle la única cosa que le pasaba por la cabeza, una y otra vez.
“Wow, muy bien, tranquilícese por favor. Mi nombre es Sebastián Urtiaga, ayer, mientras recorríalas costas de la playa, buscando almejas, lo vi, sinceramente, pensé que usted estaba muerto. Al comprobar que no era así, lo traje a mi casa, donde con mis hijos y mi mujer lo pusimos en cama, temíamos que no despertara mas”. Gracias al tono de voz de Sebastian, tan suave, el hombre podía sentir la sinceridad en sus palabras.
“¿Así que usted y su familia fueron los que me vendaron? Me gustaríasaber la razón”. Preguntó tranquilamente, creyéndose un prisionero de esta familia.
“¿Vendarle los ojos? Señor, usted tiene los ojos abiertos en este momento, lamento decirle que al parecer, es ciego”. Las palabras tenían un dejo de lástima, era como si le estuviera hablando a un niño pequeño, explicándole la razón por la que no podrían salir de paseo ese fin de semana.
“No recuerdo ser ciego, enrealidad, no recuerdo absolutamente nada”. Fue la respuesta del hombre, prácticamente llorando.
“Eso es perfectamente entendible. Mi cuñada que es enfermera, lo revisó ayer y dijo que usted había sufrido una contusión en su cabeza. Eso quiere decir que se golpeó muy fuerte”. Explicó Sebastian.
“Bueno, eso explica también el intolerable dolor de cabeza que estoy teniendo”. –Respondió- “SeñorUrtiaga, me gustaría pedirle que sea tan amable de permitirme permanecer en su casa hasta que pueda recordar quien soy y que me pasó”. El pedido abandonó su boca antes de poder detenerlo. Todavía no confiaba en esta familia y ya le estaba pidiendo asilo.
“Claro que si. Me imagino la horrible situación por la que debe estar pasando y mi mujer es muy buena como para permitir que lo deje irse de...