Lengua: corrección.

[Práctica I. Mayúsculas, puntuación, acentuación]
Woody Allen y la felicidad
[Corregido]
Estaba escrito claramente en una de las esquinas inferiores del diario El País: no había duda. Era elnúmero de la ONCE que compré anoche en la Estación de Renfe, el mismo número que Paco me había ofrecido día tras día desde aquel mes de abril de 2009 en que llegué a la ciudad de Alicante de la mano de mitío don Gustavo, un viejo profesor de historia obsesionado con la Batalla de Almansa y con un antiguo retrato de Felipe V que continuaba del revés en su pueblo natal.
Ahora era millonario. La ideacomenzaba a provocarme una ansiedad que no recordaba desde que allá en Ávila, en los años de mi adolescencia lejana, mi padre se marchó a La Habana. Lo recuerdo perfectamente: «Fabián, no tengas miedo.No sé si alguna vez lo entenderás. Volveremos a vernos al otro lado del océano Atlántico». Por supuesto, no volví a verle nunca más. Llegó una carta con matasellos de Santiago de Chile en la quehabía una foto de un hombre viejo con boina gris y pelo canoso que miraba la cordillera de Los Andes con cierta nostalgia en los ojos.
No sé por qué me acuerdo de mi padre y de esa foto en la queparecía Neruda precisamente hoy que soy rico, hoy que tengo tantos millones como para convertir mi vida en una Semana Santa continua, aterrizar en la Ciudad Condal, recorrer las calles de Nueva York como sifuera uno de esos reyes de la televisión, sacarme una foto en el Mar Muerto y bañarme desnudo en el mar Egeo como un personaje de las epopeyas griegas de Homero. La Avenida de Salamanca por la quecamino empieza a parecerme vulgar. Un quiosquero me enseña la portada del Diario As y El retrato de Dorian Grey. El autobús 8B corre como de costumbre hacia la Avenida Alfonso X el Sabio. Y todo meparece de una cotidianidad vulgar, como si las luces naranjas alumbraran una ciudad que ya no estaba allí, sino en algún lugar de mis ensoñaciones con billetes de 500 euros volando por la Vía Láctea....