Silvestre Vilaplana (Alcoi, 1969), escritor y profesor de Secundaria, se encontraba desarmado frente a sus alumnos cuando tocaba hablar de Joan -Joanot- Martorell (1415-1468),el autor a la sombra de Tirant lo Blanc, con una existencia apenas documentada. Ante este vacío, asumió el reto de elaborar la primera biografía novelada del genial autor. EnLes cendres del cavaller da voz a un Martorell a las puertas de la muerte que, en una larga carta a Martí Joan de Galba, le confía no sólo el Tirant, sino que le narra supropia vida, tan apasionante como la de su héroe, repleta de viajes, de amoríos, de litigios con otros caballeros y, en definitiva, de dura lucha por salvaguardar el honor de unafamilia que en 20 años perdió casi todas sus posesiones. Martorell pertenecía a una noble familia de Gandia; pero las actitudes de algunos de sus hermanos y su propiotemperamento orgulloso lo abocarán a una existencia marcada por los litigios y los desafíos con otros caballeros que no pasaron del duelo verbal, pero que le acarrearon la ruinaeconómica.
Vilaplana consigue hacernos llegar con intensidad y sinceridad la voz de Martorell; alumbra un retrato psicológicamente muy preciso del autor, con las licencias propias dela ficción, sin olvidar la acción y, por supuesto, el retrato del momento histórico, con sus nombres propios y también con su letra pequeña, con descripciones de los usos ycostumbres en cortes y ciudades. Una novela de prosa brusca, exacta, propia de una confesión; desprovista de los adornos del lenguaje cultivado, y sin espacio para el humor, yaque los hechos son de por sí lo suficientemente atractivos.Una obra galardona con el Premio Ciutat d'Alzira y también con el Premi Crítica Serra d'Or 2006 de novela juvenil.
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