Libro de elizondo
ELIZONDO Un hombre justo
HORACIO
Marcelo Maller
Horacio Elizondo
Un hombre justo
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A Tomás, que me devolvió la pasión por mi viejo amor: el fútbol.
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Agradecimientos
A los integrantes del Archivo de Clarín A Julieta, por la paciencia para corregir y apoyar con su ojo crítico y criterioso este proyecto. A mis viejos, a Miguel Vulcano y Martín Dondena,que leyeron con el corazón y anotaron los errores con la razón. A Víctor Hugo Morales, Ezequiel Fernández Moores, Horacio Pagani y Miguel Simón que brindaron generosamente su opinión. A Gustavo Yarroch, Guillermo Caporaletti, Mario Rueda y Adrián Casaccio, colegas que aportaron su amistad y contactos.
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Pasaron cuatro años desde aquella final del Mundial de
Alemania que dirigió conautoridad y solvencia, pero se hace -y se hará- difícil olvidar cuando expulsó al francés Zinedine Zidane, un símbolo del fútbol internacional de todos los tiempos.
S
i de contar buenas historias se trata una parte
del periodismo, encontré en la vida de Horacio Elizondo la posibilidad de relatar una de ellas.
en esta época de liviandad política y violencia, escribir una resultar un refugiopara quienes todavía creemos que un
Mientras nuestra sociedad debate hacia dónde quiere ir
vida de esfuerzo y trabajo, de estudio y perseverancia, puede país mejor es posible. Elizondo comenzó desde muy abajo y
terminó en lo más alto de su profesión, en un ejemplo claro de uno desea.
lo que significa correr detrás de la utopía y de conseguir lo que
EL AUTOR
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1. CASUALIDAD,CAUSALIDAD
K
enneth George Aston nació en la inglesa Colchester el primer día de septiembre de 1915. Y nació para ser árbitro de fútbol. Su vida se sacudió a los 20 años, cuando dictaba clases en la Universidad de Essex; lo llamaron para dirigir un partido entre los estudiantes y quedó tan entusiasmado con su actuación que al año siguiente quiso aprender aquella profesión que apenas habíapodido disfrutar por un rato. Su dedicación y aptitud lo llevaron a convertirse en uno de los principales referís de Gran Bretaña y debido a su buen nivel fue designado para intervenir en la Copa del Mundo de 1962, en Chile. Tuvo el honor de debutar en el partido inaugural del campeonato y ser testigo cercano del triunfo local sobre Suiza por 3 a 1. Y como las autoridades de la FIFA quedaron más quesatisfechos con su desempeño, fue elegido para impartir justicia en el enfrentamiento entre Chile e Italia, considerado por los organizadores de “alto riesgo”. No se equivocarían: ese choque fue bautizado, días más tarde, como “la batalla de Santiago”. Una vergonzosa pelea hecha partido de fútbol. Hubo de todo en el Estadio Nacional que pareció un improvisado Coliseo romano. Patadas, golpes depuños, insultos. Ca5
Horacio Elizondo, un hombre justo
Marcelo Maller
rabineros en medio de la cancha e inclusive un jugador italiano preso. Chile ganó por 2 a 0 ante el fervor de las 66 mil personas presentes y de esa manera consiguió su pase a la siguiente ronda. Aston, en tanto, no había vivido un gran día. “No estaba arbitrando un partido de fútbol, estaba actuando como un juez en unconflicto militar“, explicó, lejos de la flema británica de quien también había sido Teniente Coronel en la Segunda Guerra Mundial. A los 47 años se retiró pero FIFA lo quiso en su Comisión de Arbitros. Su aceptación como miembro en 1966 lo llenó de orgullo porque además en ese mismo año se jugaría un nuevo Mundial, esta vez en su casa, Inglaterra, y él sería el encargado del arbitraje. Por esoscaprichos del destino, el árbitro inglés estuvo casi obligado a ocupar un lugar en la historia de partidos conflictivos. Esta vez debió hacerle entender a Antonio Rattín que el árbitro alemán Rudolf Kreitlein ya lo había expulsado en los cuartos de final entre Argentina e Inglaterra, por lo que debía retirarse de la cancha. En aquella época el juez le informaba al jugador verbalmente que debía irse...
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