libro : las diosas de cada mujer
Las diosas de cada mujer
1
Jean Shinoda Bolen
Las diosas de cada mujer
A mi madre, Megumi Yamaguchi Shinoda, M.D.
que tuvo la determinación de ayudarme a creer
como ella no pudo hacer
,
sintiendo que yo era afortunada por ser una niña,
y que podía hacer cualquier cosa
a la que aspirase como mujer.
2
Jean Shinoda Bolen
Las diosas de cada mujer
PRÓLOGO
Me gustaría invitarte a leer este libro, especialmente si eres una de esas lectoras, tal
vez como yo misma, reacia a este tema. A fin de cuentas, ¿cómo pueden las diosas
mitológicas de un pasado patriarcal ayudarnos a analizar nuestra realidad actual o a alcanzar
un futuro igualitario?
Lo mismo que lo más probable es que compremos libros recomendados por amistades
de confianza, mi inspiración para leer este manuscrito vino del hecho de conocer a su autora.
Conocía a la doctora Je
Psiquiatrías para
experiencia profesional les había llevado a creer que el tratamiento igual ante la ley era
esencial para la salud mental de las mujeres. En consecuencia, apoyaron la aprobación de la
Ley sobre la Igualdad de Derechos.
Todos los grupos son el resultado de muchas energías, pero Jean fue claramente la
organizadora efectiva e inspirada de éste. No sólo tuvo la visión de formar este grupo y avivó
la imaginación de sus colegas;; también siguió todos los detalles del proceso de forjar una
organización nacional y coherente a partir de personas ocupadas y dispares. En este proceso
estuvo atenta a hacer de puente entre las diferencias generacionales, raciales y
profesionales, para reunir información exacta y relevante, y dejar incluso al adversario más
resistente con dignidad y alguna nueva comprensión.
Observar a Juan en acción no deja ninguna duda de que es una organizadora práctica
y experta en el aquí y ahora;; una bondadosa revolucionaria, cuya calma curativa y espíritu de
aceptación son testimonio del mundo mejor que una revolución feminista podría traer. Ella
contribuyó a crear un núcleo de cambio dentro de una de las más prestigiosas e influyentes
organizaciones profesionales: todo ello como mujer, y mujer en minoría, dentro de una
profesión constituida por un 89% de hombre, por añadidura blancos en su abrumadora
mayoría, y generalmente limitados por las teorías predominantemente masculinas de Freíd.
Cuando se escriba la historia de la Asociación Americana de Psiquiatría y, tal vez, la historia
de la responsabilidad social de los psiquiatras en general, creo que las acciones de esta
pequeña mujer de hablar pausado constituirán una importante fuerza.
Cuando leía los primeros capítulos de Las diosas de cada mujer, podía oír la voz digna
de confianza de Jean en cada una de las frases de su prosa clara y sencilla;; pero todavía
tenía dudas sobre la posibilidad de que apareciera en las siguientes diosas algo de
predestinación romántica o inhibitoria. Como Jung y los que situaron estos arquetipos en el
inconsciente colectivo acabaron en las polaridades excluyentes masculino/femenino
inhibiendo así tanto a los hombres como a las mujeres de la totalidad, y dejando a éstas en
el inevitablemente menos gratificante final del espectro--, me preocupaba la manera en que
estos...
Regístrate para leer el documento completo.