Licenciado

En agosto de 1942, el concejal Cirilio Brea, sensibilizado ante quienes vivían miserablemente en alrededores del Guaire, quebradas y debajo de puentes, defiende vehementemente, contrario a desarrollos monumentales, una propuesta de vivienda progresiva humilde –de la cual nacerá una urbanización obrera bautizada como un arrasado pueblo checoslovaco– diferente de otras que no permiten “(…) sacar dedebajo de los puentes y de entre las quebradas a quienes allí, están siendo víctimas de la desnutrición y del abandono casi total”.
 
Las siguientes líneas son una reflexión sobre el tratamiento que han tenido los cursos de agua en el valle del guaire, sobre el cual se asienta la capital de la petrolera venezuela, donde si bien lo que planteaba como solución ante el dilema de la habitabilidadel referido desarrollo del banco obrero ha tenido otras respuestas posteriores –con políticas urbanas y territoriales, implícitas y explícitas, comprensivas del progreso modernizador– se sigue observando magnificada una problemática que, entre otras aristas, el 15 de diciembre de 1999 (fin de época para los cuerpos de agua en Caracas), mientras aprobación refrendaria constitucional, mostraría lamayor tragedia de Venezuela en el sigloXX.
 
 
CURSOS DE AGUA CARAQUEÑOS, MISERIA Y VIVIENDA
el guaire y el dilema de lídice   /      aurelio blanco gutiérrez
 
 
Ha sido de especial interés y estudio para este Gobierno la resolución del problema que constituyen las numerosas viviendas situadas en las riveras bajas del rio Guaire, y aquellas otras ubicadas en las colinas que circundan laciudad y para las cuales se hace imposible un debido acondicionamiento sanitario; y también, muy especialmente, la deplorable situación de las personas que habitan debajo de los puentes en las más precarias condiciones higiénicas con riesgo de su seguridad personal[1]
 
Trescientos cincuenta casas para obreros, no parecen mucho ante los problemas de habitabilidad que hoy en día tiene una urbe comoCaracas, pero si alguna característica distingue a una proposición de vivienda progresiva, que el 19 de junio de 1942 presentaba el entonces Gobernador al Concejo Municipal, estaba el que se reconociera como problemas a ser afrontados los de los pobres que vivían a orillas del Guaire y en espacios aledaños a otros cursos de agua, incluso debajo de puentes.
 
El desarrollo de Villa Amelia, que sedesarrollaría sin peros, sin embargo, estaría dentro de la discusión que se planteaba en el Concejo Municipal sobre la pertinencia de ciertos desarrollos de vivienda. En tiempos en que, lejos de seguir las pautas del Plan de 1939, que había planteado para el área de El Silencio la ubicación de emblemáticos centros gubernamentales y áreas monumentales en el nuevo corazón de la ciudad, seconcretaría una propuesta –de gran escala también– que, sin darle la espalda a singulares directrices espaciales –entre ellas el viario– del Plan Monumental, tenía como centro –por el contrario– la vivienda.
 
En el Concejo Municipal no todas las voces veían con agrado el gigantesco desarrollo de El Silencio y así consta en discusiones que se dan en agosto de 1942, cuando un concejal, Cirilio Brea, por suparte, considera “un chantaje (del Banco Obrero) para obligar al Concejo por la fuerza a que dé Bs. 3.000.000, cuando el pueblo está necesitado más que de viviendas suntuosas y locales, departamentos, o como quieran llamárseles, que rindan gran provecho de alquileres mensuales, de tres o cuatros Villa Amelia mas para sacar de debajo de los puentes y de entre las quebradas a quienes allí, estánsiendo victima de la desnutrición y del abandono casi total“[2].
 
Brea estaba planteando cómo quedaban excluidos del acceso al mercado inmobiliario grupos humanos con baja renta y cómo era necesario entonces, cuando no se conocía el subsidio como modernamente se aplicará, las proposiciones menos onerosas.
 
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