Literatura, Cultura Y Tiempo Histórico

LITERATURA, CULTURA Y TIEMPO HISTÓRICO

Por Mijaíl M. Bajtín

La redacción de Novyi Mir se ha dirigido a mí para preguntarme cuál es mi apreciación sobre el estado de los estudios literarios en nuestros días. Naturalmente a tal pregunta es difícil dar una respuesta categórica y firme. Al valorar su propio momento, su contemporaneidad, la gente siempre es propensa a equivocarse (en tal o cualaspecto). Y esto hay que tenerlo en cuenta. A pesar de todo, trataré de responder.

Nuestros estudios literarios disponen de grandes posibilidades; tenemos muchos investigadores literarios serios y de talento, y, entre ellos, jóvenes; tenemos altas tradiciones científicas, elaboradas tanto en el pasado (recordemos siquiera a Potebnia o a Veselóvski), como también en la época soviética (podemosmencionar a Tynianov, Tomaschesvski, Eijenbaum, Gukovski y otros); desde luego, tenemos también las condiciones necesarias para su desarrollo (institutos de investigación, cátedras. posibilidades editoriales, etc.)

Pero, a pesar de todo esto, nuestros estudios literarios, según mi parecer, por lo general no realizan debidamente estas posibilidades, no responden a las exigencias que con tododerecho les planteamos. Es poco frecuente el planteamiento audaz de los problemas generales, son pocos los hallazgos de nuevos dominios o de fenómenos particulares importantes en el vasto mundo de la literatura, y es poca la polémica actual entre tendencias científicas. En esencia, los estudios literarios son una ciencia todavía joven, no poseen métodos elaborados y comprobados empíricamente como losexistentes en las ciencias naturales; es por ello que el debilitamiento de la lucha entre tendencias y el temor a las hipótesis audaces conducen inevitablemente a perogrulladas y lugares comunes; de éstos, por desgracia, no careceremos.

Tal es, en mi opinión, el carácter general de los estudios literarios de nuestros días. Pero ninguna caracterización general suele ser enteramente justa.También en nuestros días salen, desde luego, libros no malos y útiles (especialmente de historia de la literatura); aparecen interesantes y profundos artículos; hay también, en fin, grandes fenómenos a los cuales mi caracterización general no se extiende en modo alguno. Tengo en mente el libro Occidente y Oriente de N. Konrad, el libro Poética de la literatura rusa antigua de D. S. Lijachóv; he ahí loshechos sumamente agradables de los últimos años. Fueron también un hecho notable los Trabajos sobre los sistemas sígnicos, cuarta entrega (corriente de los jóvenes investigadores encabezados por Yuri Lotman), aunque éstos también suscitan discusiones en el medio científico.

Pero si he de hablar sobre mi opinión respecto a las tareas que en primera línea se les plantean a los estudios literarios,entonces me detendré aquí exclusivamente en dos tareas ligadas sólo a la historia de la literatura de las épocas pasadas, y esto de la manera más general. A las cuestiones del estudio de la literatura contemporánea y de la crítica literaria no me referiré en absoluto, aunque sea precisamente en ese terreno donde haya más importantes tareas de primer orden. Estas dos tareas de las que me propongohablar, las he escogido porque, en mi opinión, están maduras y ya ha comenzado su elaboración productiva, la que es necesario continuar.

Ante todo, los estudios literarios deben establecer un vínculo más estrecho con la historia de la cultura. La literatura no es una parte separada dentro de la cultura, y no puede ser comprendida fuera del contexto global de toda la cultura de una época dada.Es inadmisible que se la desprenda del resto de la cultura y, como a menudo se hace, se la relacione directamente, por así decir, saltando por encima de la cultura, con los factores socioeconómicos. Estos factores influyen sobre la cultura en su conjunto y, sólo a través de ella, sobre la literatura.

Entre nosotros, por un período bastante largo de tiempo, se concedía una atención especial a...