literatura integradora tercer semestre
Jaquelline al aceptar ser su esposa nosabía que él no podía tener progenitores ya que era estéril, pero esto no les impidió seguir con su matrimonio por lo que decidieron adoptar a 2 niños llamados Sara de 7 años y Alex de 5.
Después de muchos años, James y Jaqueline decidieron tomarse unas vacaciones, entre el trabajo de los dos y la escuela de los niños estaban agotados de las actividades diarias y a James se le ocurrió regresar ala ciudad en la que vivía su abuelo, esto sería romántico porque los dos recordarían como comenzó su noviazgo y a los niños les gustaría ver el lugar de donde venían todas esas historias que antes de dormir les contaba su mamá.
Viajaron en su camioneta, los niños estaban muy emocionados y en todo el camino iban cantando y contando chistes, es así como el viaje se pasó muy rápido y en un momentoestaban frente a la casa del abuelo Genkins. Los niños bajaron de la camioneta y abrieron su boca de sorpresa al ver cómo era la casa.
La casa se veía mucho más antigua obviamente, pero eso no le importaba a James y Jaquelin pues ellos solo veían escenas del pasado como cuando entraron juntos por esa puerta por primera vez tomados de la mano. A la pequeña Sara no le pareció muy emocionante entrara la casa pues le provocaba miedo, al contrario, Alex estaba emocionado y deseoso de alguna aventura en esa casa.
-Mamá, ¿estas segura de que es aquí?- pregunto la pequeña aferrada a su osito de peluche llena de miedo.
-Sí, aquí es, vamos a tocar la puerta para que el abuelo nos reciba.- Jaquelin no podía borrar la sonrisa de su rostro y tomó a los niños de la mano acercándose a la puertamientras James bajaba las maletas.
Jaqueline tocó la puerta de madera vieja, tardaron en abrir como unos 3 minutos mientras se escuchaban gritos como “¡esperen! ¡Esperen! ¡Cada vez estoy más viejo!” hasta que se abrió la puesta y allí estaba el abuelo, como él lo dijo, cada vez más viejo, sonriendo.
-Cuando me llamaron diciendo que vendrían a visitarme, no lo podía creer, pensé que ya se habíanolvidado de este pobre viejo- dijo el viejo Genkins
-¡¿cómo crees, abuelo?! Necesitábamos un respiro, salir de la ciudad y además te extrañábamos, y queríamos que conocieras a nuestros hijos- dijo James entrando con las maletas.
Se pasaron el resto de la tarde escuchando las historias del viejo Genkins, Alex se emocionaba cada vez que mencionaba al fantasma que era muy famoso por la zona, alcontrario, Sara no soltaba su osito y daba gritos cada vez que se escuchaba el viento golpeando la ventana.
Anochecía y tomaban chocolate caliente frente a la chimenea mientras el abuelo les contaba la última historia sobre ese fantasma. Se escuchó que calló y Sara pegó un grito.
-Tranquila, Sara, es mi gato, Mancha, cada vez que pasa por este mueble me tira el jarrón, lo bueno es que es de plástico,antes tenía que recoger los vidrios.- el abuelo rio para que la niña no se sintiera asustada, pero Sara no quería ni voltear a ver al gato.
-¡Mira, Sara! ¡El gato tiene una enorme mancha n su ojo izquierdo!- gritó Alex muy emocionado.
Después de tiempo se fuero a dormir, el abuelo los llevo a cada quien a su cuarto las camas ya estaban muy desgastadas y los muebles también ya tenían finta de que...
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