Lo Racional De Lo Inconsciente

Capítulo 1.-

“Y fue entonces cuando me transportaste a un mundo paralelo. Donde la fragilidad es tan perceptible como el viento en las playas de Tarifa.
Es escuchar Tarifa y recordar su aroma, un néctar salado de libertad, el silbido de las olas en la costa. Casi tan mágico como cuando mi abuelita me estrujaba para sacar lo mejor de mí. Y digo casi, porque esa sensación siempre seráinsuperable. Así es Tarifa para mí. Pasear por sus calles es como viajar a un país insólito el que la simpatía te aplasta, la juventud te contagia y las miradas te hablan. Y yo no recuerdo una mirada más dulce que la suya de entre las que me crucé en toda mi vida.
Yo vivía ahí desde pequeñita. Nacida en Málaga pero tan gaditana como mi vecina de la casa de abajo. Esa que siempre cocinaba merluza de laque te chupas hasta los codos, jovencita.
Y, nunca, jamás de los jamases, ni extranjeros ni paisanos me habían transmitido tanto con una mirada. No era demasiado alto, pero tampoco era bajo. No estaba gordo, ni fuerte… pero tampoco flaco. No tenía ojos azules ni pelo rubio, ni si quiera andaba de forma esbelta y juvenil. Pero a mí tampoco me gustaban los extremos. Los ojos verdes se confundíanperfectamente entre los míos y, paralelamente, con el botellín de cerveza. Él bebía Alhambra. Yo me conformaba con una Cruzcampo. Hasta en eso pasaba desapercibida. Y es que yo no soy ese tipo de chicas a las que les silban, les piden salir en una discoteca o dedican canciones de amor por la radio. De hecho, mi único novio hace más de 3 años que se marchó. Un antiguo compañero de clase, de los quesi dedican canciones de amor en la radio y mandan rosas cada 14 de febrero. De esos que no te encantan, pero te entretienen. A esos que cuando te das cuenta de que van más allá tienes que decirles “No me gustas, eres con lo que me conformado todo este tiempo” Y sí, al principio eres tan estúpida que crees haberle jodido la vida. Te sientes culpable e incuso terminas por llamarle para felicitarleel cumpleaños. Es entonces cuando te das cuentas de que sólo le has jodido dos meses de su vida. Porque inmediatamente se encuentran con una chica de discoteca, le silban, le dedican una canción en la radio y quién sabe, lo mismo para el próximo 14 de febrero consiga una rosa por San Valentín.

Por eso decidí dedicarme total y exclusivamente a mí misma. Ignoré el cruce de miradas del sábadonoche, el magnetismo de su mirada y también la magia primaveral que aquel desconocido me ofrecía en pleno Agosto. Me volví autosuficiente y personal. Me sentía orgullosa de mi misma, de no depender de nadie, de que no me sonara el móvil en público, ni de mensajes inoportunos cada vez que llegaba a casa borracha. A veces salía sola, otras con Tomas, otras con Cristina y Marta… y otras simplemente metumbaba en mi terraza con Extremoduro de fondo y la última novela de Moccia (como secreto inconfesable de vena adolescente a los 23). Mi vida se basaba en eso, en escribir artículos de todo tipo, en entrevistas a gente aburrida y de vez en cuando algún documento de Word a título personal. Realmente no me gusta mi trabajo al cien por cien. Supongo que eso nos pasará a todas cuando llevamos menos dedos meses en una empresa en la cual ni pinchas ni cortas. Estas de un sitio para otro, intentando hacerlo tan bien para que no te echen que lo último que haces es disfrutar.

Pero claro, de eso aún no sabéis nada... No sabéis el tipo de trabajo que llevo, ni sabéis a quién pertenece esa mirada penetrante, ni sabéis por qué ya no vivo en Tarifa, ni mil cosas más que yo tampoco supe hasta los 30”Capítulo 2.-
3 de Agosto. Viernes. 13:00

-Puedes irte Paula, hasta el lunes no tienes que pasarte a recoger las fotografías para montar la entrevista completa.

-¿Hasta el lunes? ¿Y mañana Tomas? – Cada día me preocupa más este trabajo de mierda.

-Pues eso digo yo Paulita, cada día me preocupa más este trabajo de mierda…

Me sorprendía la compenetración que podíamos llegar a tener...