Los buenos musicos
Ante esaevidencia, la cuestión pasa por detectar, sino ya la originalidad, el grado de autenticidad de la propuesta. Y, en ese ítem, Dos acordes, humor musical de autor , el espectáculo que presenta el dúo formadopor Virginia Kauffman y Juan Ignacio Guerra, con puesta en escena de Mariano Moruja, alcanza un vuelo autónomo de alto nivel.
Ahí, en la concepción de cada pieza que compone el collage que es Dosacordes , es donde ambos, en su rol múltiple de compositores, autores, actores, clowns, músicos y cantantes, hacen gala de una saludable dosis de creatividad. Potenciada, sin duda, por al aporte deMoruja, quien en el otro polo de su universo personal es quien dirige el Grupo Vocal de Difusión.
Durante alrededor de una hora, el dúo sostiene, sin tiempos muertos ni caídas de intensidad, un viaje quetiene escalas en la música del barroco, la chanson francesa, el aria italiana, el tango y algunas otras regiones más de la historia de la música.
Sólo que en el plan de Dos acordes , el caballeromedieval hace dueto con una hippie, la que se equivocaba no era la paloma sino la viola, y -acorde a los tiempos del Mundial-, el aria italiana se convierte en un área Italiana, por supuesto.
En esemismo registro, los textos van del absurdo al absurdo con pequeños recreos de sensatez, en forma de canciones interpretadas con un arsenal de instrumentos, o de diálogos desbordados de equívocos como lospasajes Yo te aBizet e Irrisoria prudencia .
Todo, pensado y trabajado con un cuidado extremo de cada detalle. Porque, en Dos acordes cada frase, de la más ingenua a la más audaz -pero jamás...
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