los inmortales


Han pasado más de trescientos años y sigo vivo. Soy Alexander Hummer, nací en 1676 el auténtico y. En 1704 me abandonaron en una isla con unas pocas herramientas de carpintería, una escopeta, un barril de pólvora y cómo no….mi compañera e inseparable Biblia que durante las largas y calurosas horas del medio día leía hasta que mis ojos caían derrotados, sumergiéndose en un profundo sueño hastael atardecer.
Me rescataron en el verano 1709 y regresé a mi pueblo para empezar una nueva vida. Pasados unos cinco años y tras dos fracasos matrimoniales, me di cuenta que echaba de menos la soledad, mis animales, mi cabaña hecha de madera , paja y hojas de plátano. Sentía deseos de alejarme del estresante y angustioso mundo civilizado, de trabajos duros y mal pagados y pasando dificultadeseconómicas. Así que sin pensármelo dos veces, decidí volver.
Me puse manos a la obra y escribí un listado de las cosas necesarias. Años atrás en la isla se habían quedado todas mis pertenencias. Con la comida no tendría problemas porque hay muchas frutas silvestres, plátanos, piñas y podría cazar fácilmente,además,me llevaré unas cuerdas para construir una buena casa, medicinas ,un par de gatos paraacabar con la plaga de los malditos ratones, dos barriles de pólvora ,mi fiel e inseparable escopeta y diez cajas de ron. Pensé que con esto tengo más que suficiente. Partí hacia el puerto en busca del capitán Rogers, que tiempos atrás me rescató de la isla y después de recorrerme todo el muelle, allí estaba en la popa de su barco .Le dije -Buenos días, capitán Rogers¡ Hombreeee ¡¡ Cuánto tiemposin verle Sr. Alexander ¡¿ Qué tal le va la vida ? ¿Se casó? Bien, gracias. Me casé dos veces, pero no he tenido suerte y vengo….No me lo diga , que ya lo sé ,¿Viene en busca de trabajo?. Precisamente venía a hablar con usted pero no de trabajo, sino porque quiero que me lleve a la Isla, si es que usted sigue haciendo aún la ruta de los mares del sur.
En ese momento le entró un ataque de risa, queno me estaba haciendo ninguna gracia… y después de un buen rato esperando a que se le pasara semejante carcajada, me preguntó:
- Perdóneme. Hacía tanto tiempo que no me reía tan a gusto…¿Está usted loco ? ¿Ha perdido el juicio? ¿ A qué se debe tal decisión?Me he vuelto solitario y desde que regresé no me adapto a la civilización. Si quiere puede contratarme y trabajaré hasta llegar a la isla MásAfuera .
El capitán Rogers se llevó la mano a la barbilla varias veces mientras pensaba…¡Acepto su decisión de ir de nuevo a la Isla! Te pagaré la media varilla de oro, que son unos cuatro varillas de cobre y partiremos hacia los mares del sur mañana temprano. Date prisa y prepara tus provisiones.¡ Sí, mi capitán ¡, exclamé, a la vez que pensaba….será miserable, ¡cuatro varillas de cobre¡ ¡miserable!, pero…qué mas me daba .Fui corriendo a casa para terminar los preparativos y a descansar, mañana sería el gran día. Pasé una mala noche y no pude dormir pensando que se me pasaría la hora y sólo al final logré descansar un par de horas .Me levanté tranquilamente y mientras desayunaba, miraba fijamente y con tristeza todas las cosas de mi casa pensando en todo lo que abandonaba. Sabía que yano había viaje de vuelta.
Embarqué a las seis de la mañana en el barco del capitán Rogers y nos pusimos rumbo a los mares del sur. Según mis cálculos, en unos veinte días llegaríamos a la isla más Afuera. Mi trabajo consistía en ser el enlace entre el capitán y la tripulación y controlar el buen estado del barco. Los días pasaban con relativa calma, aprovechábamos las corrientes de aire y lasuerte nos acompañaba, las aguas estaban tranquilas y el buen tiempo nos acompañaba. Era feliz, miraba el horizonte, sujetaba el timón y controlaba la brújula constantemente para no salirme ni un metro de la ruta. Días más tarde se acercó el capitán, y me dijo:Sr. Alexander, he estado pensando ¿realmente su regreso a la isla es porque no se adapta a la civilización ? ¿no hay otro motivo ?¡No,...