Los nombres y las ideas

Los Nombres y las Ideas

Heidegger describió en muchas de sus obras el concepto del “Otro”, un sujeto que quita al “yo” la capacidad de razonar por sí mismo. El Otro, sin embargo, no es un cuerpo que actúe necesariamente por la fuerza física, sino por el poder ideológico y político. Viendo el caso, por ejemplo, de la isla de Queimada, es posible distinguir claramente al sujeto controlador enInglaterra, que había conseguido eliminar de las mentes de los pobladores originarios la decisión propia y la idea de libertad. Estos, frente a su permanente explotación, no veían solución más que seguir las órdenes para no ser reprimidos. Pero ellos ya no temían solo al dolor físico: temían a las decisiones que tiempo atrás habían dejado de hacer.

Kant refiere en “¿Qué es la ilustración?” a unmiedo a la libertad, que todo hombre debe pasar para dejar la infancia y pasar a la adultez. Sin embargo, esta independencia no es netamente económica, o material, sino también ideológica: un ser humano nunca llega realmente a la madurez si no es independiente en sus pensamientos. Pero claro ¿No es acaso muy cómodo dejar que otro decida por uno? En el caso de Queimada no era comodidad, sino temor,pero de esta misma manera la responsabilidad del manejo recayó en los ingleses, que no dudaron en hacer uso y abuso de esa función que habían obtenido.

El Otro es entonces un sujeto, que independientemente de sus fines se caracteriza por ser una influencia permanente en otro sujeto, y uno de los aspectos en los que nosotros lo vivimos día a día es en la política. Tal como Schmitt describe, uncuerpo político puede fácilmente controlar a la ciudadanía que está desesperada en una crisis que parece irresoluble, encontrando un enemigo en común a quien hacer ver como responsable de los problemas nacionales. Esto es, un Otro real, presentando a uno ficticio para unir a la heterogénea sociedad en un solo cuerpo de furia política que solo desee eliminar a su enemigo político, un sujetoartificial que los une artificialmente, hasta que cae, y con este, la unión.

Y aquí entra precisamente un tema muy relacionado con el otro, y es el tema de los símbolos, específicamente de los Nombres. ¿Cuántas veces habremos observado discursos políticos carentes de argumentos, totalmente vacíos de contenido, que solo hablan de “libertad”, “soberanía” o “igualdad”, y palabras virtuales que iluminanlas cabezas desesperanzadas de los ciudadanos en el medio de la oscuridad del desamparo capitalista? A pesar de esto, fácilmente podemos ver en estos discursos que sus bases no existen: son símbolos de nada. Así como es muy cómodo para alguien con poco poder de voluntad dejar las decisiones en otro, es fácil para alguien sin esperanzas poner su confianza en manos de un nombre, por más que este notenga referente. Alguien sin esperanzas no necesita objetivos, necesita promesas, y nunca faltará el político que esté dispuesto a dárselas. Se produce aquí un marketing ideológico, una venta de imágenes materiales a una necesidad que antes no existía. Parte de esto se ve reflejado en los escritos de Rodolfo Kusch sobre la materialización burguesa. Existe según el autor argentino, una progresivanecesidad de este grupo social de hacer material la cultura, de hacer tangible y adquirible lo que no es más que un símbolo, sin importar su contenido. En el arte, se ve esta tendencia en la compra de obras desalmadas y sin compromiso, cuyo único objeto es un ideal de belleza basado en la venta y puramente vacío de expresión. Contrariamente, esto se ve respondido por los Nombres en la política, endonde no importa que estos tengan algo detrás, sino que estos estén fuertemente respaldados por una imagen, una idea de popularidad o realidad que pueda “venderse” a la sociedad. Es así como tenemos “marxistas” que no leyeron a Marx pero usan su bandera mientras predican ideas propias, o “Liberales” que no conocen de economía pero tiemblan ante la palabra “control” cuando se habla del estado, o...