Los Ojos De Martín

Los Ojos de Martín (Trozos de Subjetividades)

Martín se esconde, se esconde de todos, se esconde de las risas, de su madre…sí, de su madre. Martín colecciona huesos de pollo, nadie sabe que lo hace, nadie sabe por qué lo hace…él tampoco. Los esconde en el fondo de su patio y los mira una y otra vez, tratando de reconstruir rompecabezas, tratando de que esos pájaros -víctimas dominicales de lacena de papá- vuelvan a la vida… vuelvan a la vida para que sus pobres madres ya no sufran…

Vemos, nos emocionamos, nos enardecemos con tanta tragedia oculta; madres, hermanos, esposas, han vivido sus días tratando de no olvidar, intentando grabar en sus memorias los rostros que ya no están, coexistiendo con los recuerdos y el pan de cada día, luchando intensamente con el presente, presentelleno de telenovelas, de navidades y años nuevos, presente marcado por un pasado, por un pasado que habita en el puesto vacío de sus mesas.

¿De qué manera continúan los caminos cuando se arrebatan los cariños? ¿De qué manera continúa caminando una madre con un hijo torturado, asesinado, sin saber dónde está su cuerpo, pensando a cada instante cómo, de qué forma esa vida se ha extinguido?

Y elcuerpo, el cuerpo que nos permite despedirnos, que nos convence que el otro ya no está… dejar un cuerpo amado debajo de las tierras es un acto de convencimiento de la muerte… ver aquel cuerpo que desciende, que se pierde en el fondo oscuro, será para muchos la manera de entender, de sufrir por aquella pérdida, será la posibilidad de vivir el Duelo doloroso, será un acto de certezas, de conviccióny tormento.

Esto es, el tiempo de muertes y torturas ya se ha ido, el tiempo de atropellos, de metralletas y terrores pareciese que ya se ha marchado; pasan y pasan los años, y las manchas de sangre se disuelven en el paso de aquel tiempo. Mas, el dolor persiste: ¿Qué sucede? ¿Qué hace que la memoria, el trauma se mantengan, que el olvido no llegue, que no se quiera que llegue?

Martín vea su madre, le tira del vestido, pero ella no lo nota. Está en la habitación de su hijo asesinado hace tantos años, mirando la fotografía que le recuerda su rostro…necesita observarla de tanto en tanto… no quiere olvidar aquellos ojos. Y los ojos de Martín se nublan y los de su madre se pierden…

Martín corre…necesita hallar otro hueso, las gallinas no esperarán, no cuidarán a sus otrospolluelos…

Muchas son las experiencias traumáticas que mantienen abiertas las heridas, “los afectados cargan con la responsabilidad de portar en su cuerpo y subjetividad la memoria social que es renegada sistemáticamente” Los secretos, lo no dicho, los cuerpos que jamás se hallaron, son reseña de la incerteza; y estos finales de vida inconclusos provocan que el sentido para las vidas que quedaron seincline a un solo objetivo.

Las madres, las madres se convierten en madres de injusticias, madres del miedo, madres del silencio, madres de la muerte, madres de la búsqueda, madres de la desesperanza. La mujer que hay en ellas se oculta, la amante, la amiga, “la madre en tiempo real”, la madre de otros hijos, de hijos vivos, se disuelve lentamente y, nuevamente, nos encontramos con unaconstrucción triste, manipulada… mujer que ya no existe, y los otros, los que están a su lado, sin duda lo notarán, sin duda también serán víctimas de la historia, de la memoria.

Martín es uno de tantos, de tantos que han sido víctimas de muertes ajenas, de aquellos que nacieron ya muertos…Martín no conoció a su hermano, pero lo conoce tanto que se hace parte de su historia…y tiene rabia y tiene penade que su madre no lo mire, de que los ojos de su madre estén vacíos, de que su casa huela a tanta tristeza… Martín se esconde bajo las sábanas cuando escucha las sirenas, cualquier sirena…Martín tira de las faldas de su madre, pero ella no lo escucha, no lo ve…

La búsqueda incansable de los cuerpos, de los restos de cuerpos torturados hace tanto tiempo, se convierte en la forma de mantenerse...