Los Pasos De Lopez

Historia

Los pasos de López


9 de diciembre de 2011

Resumen

Periñón contaba que de joven había pasado una temporada en Europa y aludñia con tanta frecuencia a su viaje que sus amigos llegamos a conocer de memoria los episodios más notables, como el de la vaca que lo cornó en Pamplona, la trucha deliciosa que comió a orillas del Ebro, la muchacha que conoció en Cádiz llamada Paquita,etc. El viaje había comenzado bajo buenos auspicios. Cuando estaba en el seminario de Huetámaro, Periñón, que era alumno excelente, ganó una beca para estudiar en Salamanca. Decía que en barco conoció a unos hombres de Nueva Granada y que durante una calm chicha pasó siete días con sus noches jugando con ellos baraja. Al final de este tiempo había ganado una suma considerable. Comprendió que lascircunstancias habían cambiado y le pareció que ir a meterse en una universidad era perder el tiempo. Ni siquiera se presentó. Durante meses estuvo viajando, visitando lugares notables y viviendo como rico. “Hasta que se me acabó el último real”, decía. Después pasó hambres.
Cuando yo le preguntaba cómo le había hecho para regresar a América, nomás movías la cabeza, como quien quiere borrar unrecuerdo amargo.
-Bástate saber que llegué a Veracruz con la sotana muy revolcada- agregaba.

El cuarto viajero era yo. Me llamo Matías Chandón, soy artillero. Hacía unas semanas que había sabido que en Cañada estaba vacante la plaza de comandante de la batería y jefe de artificieros, la había solicitado por escrito y el coronel me había contestado ordenándome que me presentara a pruebas deoposición el día doce de junio.

Al ver la noche serena, el licenciado propuso “dar unos pasos para ayudar a la digestión”. A los padres les pareció que estaba como boca de lobo y prefirieron irse a acostar, yo acepté.
Fuimos por campos iluminado nomás por chupiros, tropezamos con unas trancas, un perro salió a ladrarnos, oímos ruidito de agua y después sentimos que ya habíamos metido los pies en elarroyo, por fini dimos con un obstáculo tan grande que no pudimos rodear y optamos por sentarnos en él: era una piedra. Allí el licenciado Manubrio me relato la historia de la conspiración de Huetámaro.
Había ocurrido el año anterior. Cinco oficiales de las milicias y tres sacerdotes, todos criollos, se juntaban en uno de los salones de obispado para tramar una revolución. Querían proclamar laindependencia de la nueva España, abolir los tributos reales y, lo que al licenciado Manubrio le parecía mas espantoso, incautar los vienes de los españoles para distribuirlos entre los mexicanos -¡incluyendo la comunidades de indios!-.
Pero sucedió que dos de los conspiradores habían te nido un pleito, el caso es que uno, por hacerle mal al otro, fue con el intendente y delató la conspiración. Elintendente actuó como rayo: apresó a los conspiradores, los puso en dos coches y los mandó a México con escolta, allí la Audiencia dispuso que fueran juzgados en secreto pero con rigor. Las sentencias habían sido severas y todos estaban en San Juan de Ulúa.
-Le he contado este caso, don Matías- termino diciendo el licenciado -, para que sepa que terreno pisa.

-¿Usted es don Matías Chandón?Soy el cochero de los señores Aquino y estoy aquí para ponerme a sus órdenes y llevarlo a la casa de La Loma.
Confieso que me deslumbraron. Diego era alto y delgado. Hasta mucho tiempo después comprendí que a su rostro, de buenas facciones, le faltaba vida. Carmelita estaba sonrosada, tenía la boca carnosa, su mirada refulgía, el pero era como azabache…
- Don Matías- dijo el corregidor-, sea ustedbienvenido a Cañada.
A Carmelita le interesaba mi viaje.
Mientras yo trataba de explicarle que no estaba cansado, ella se volvió a su marido.
-Acompaña al teniente al cuarto que le hemos preparado.

Cuando desperté creí que estaba soñando. El sol se estaba metiendo y alguein tocaba a la puerta. Al verme amodorrado Diego me pidió disculpas…acabó diciéndome algo que no admitía réplica:...