Madame Bovary- Sueños y realidad de Emma
Cuando falleciósu madre el Sr. Rouault la saco del internado. Al principio se sintió contenta de estar en su casa “después le repugno el campo y echó de menos su convento” (pág. 22) Cuando ya se sentía desilusionadaaparece Carlos en los Berteaux y su presencia la hace creer en aquella pasión que hasta ahora no había despertado.
A Emma “le parecía que algunos lugares de la tierra debían de producir felicidad”(Ídem) Pensaba “¿Por qué no podía ella apoyarse con los codos en el balcón de los chalés suizos o encerrar su tristeza en un cottage escocés con un marido vestido con traje de terciopelo negro delargos faldones, botas suaves, un sombrero alto y puños vueltos?”(Ídem) Una vez más encontramos a Emma soñando con algo que no puede tener. Ya que su marido era un hombre común, de vestimenta usual y nole provocaba emoción, que llego a no saber explicarle un término de equitación que había acabado de leer.
En su mundo real “Emma sabía llevar bien su casa. Enviaba a los enfermos la cuenta de lasvisitas, con cartas bien escritas que no parecían facturas” y Carlos cada vez más orgulloso de su mujer.
Cuando Carlos volvía tarde y la criada ya estaba acostada Emma le servía la comida. La madre deCarlos opinaba que Emma tenía un estilo muy refinado para la situación en que ellos vivían. Emma aceptaba las lecciones que la señora Bovary le daba y se lanzaban palabras dulces con voz temblando...
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