Madame Bovary

MADAME BOVARY


1. Como se conocen Emma y Charles Bovary.

Charles ejerce de medico en la pequeña localidad de Tostes. Una noche acude a su casa un hombre con una misiva, en la que se le suplica que acuda a la granja de los Bertaux, situada a unas seis leguas para curar la pierna rota del Sr. Ronault. El Sr. Ronault es un agricultor acomodado de la comarca que vive con su hija Emma.Charles se ve obligado a visitar con posterioridad al accidentado para ver la evolución de la fractura. Estas visitas cada vez son mas frecuentes. Los motivos de esta frecuencia ni siquiera se los plantea. De hecho, la primera impresión que tenemos de Emma a través de los ojos de Charles, no es precisamente la de alguien deslumbrado por la belleza femenina: “Le sorprendió a Charles la blancura delas uñas, brillantes, de agudas puntas, mas acicaladas que los marfiles de Dieppe y cortadas en forma de almendra. La mano no era muy bella ni de excesiva palidez acaso, y los dedos resultaban enjutos en las falanges; era también demasiado larga y sin blancura de líneas en los contornos. Lo más bello de ella eran los ojos, que aunque pardos, parecían negros bajo el espesor de las cejas. Su miradaera franca y de cándido atrevimiento”.

Aparte de la frecuencia de las visitas que como decía con anterioridad ni el propio Charles sabe a que obedecían, el único cambio en su vida cotidiana y que mas muestra o nos puede mostar a un Charles “interesado” por Emma es que “se ponía el chaleco nuevo”, aunque esto lo encontramos en boca de su esposa Eloise, es decir, puede obedecer mas a sospechas ocelos de ésta, que a un comportamiento con ese intención de Charles.

Por requerimiento de su esposa Elvira (una viuda más vieja que el que dispone de ciertos bienes y con la que se casa siguiendo sumisamente los consejos de su madre) deja de visitar la finca y “por una como inocente hipocresía estimó que aquel prohibirle que la viera le daba derecho a amarla”.

En la relación que establecenCharles y Emma en estos primeros momentos se encuentran los únicos dos pasajes “eróticos” forzando mucho la palabra, eso sí, de estos personajes en toda la novela:

“Cuando Carlos, después de subir para despedirse del tío Ronault, volvió de nuevo a la sala, antes de marcharse, vio a la joven en pie, con la frente apoyada en la ventana y la vista clavada en la huerta, donde el viento había derribadolos rodrigones de las alubias. Al oír pisadas se volvió la cabeza.

- ¿Busca usted algo? – preguntó

- Si, mi fusta y se puso a buscarla por la cama, por detrás de las puertas, por encima de las sillas. La fusta había caído al suelo, entre los sacos y la pared. La vio la señorita Emma y se inclinó para recogerla. Charles, por galantería se adelantó también, y al alargar su brazo en lamisma dirección, rozó con su pecho la espalda de la joven, inclinada debajo de él. Llena de rubor, se irguió Emma mirándole por encima del hombro, a la par que le alargaba la fusta”


Y otro día cuando Charles ya se disponía a marcharse se sentó en la estancia donde se encontraba Emma: “Emma, entre el hogar y la ventana, cosía, no llevaba manteleta y en sus desnudos hombros se veían algunasgotitas de sudor. Le ofreció según la costumbre campesina, algo de beber, que el no quiso aceptar; pero insistió la joven y echándose a reír le propuso que bebieran ambos un vaso de licor. Se dirigió, pues, a la alacena en busca de una botella de curaçao, alcanzo dos copitas, llenó una hasta los bordes, vertió un poquitín en la otra, y tras de brindar, se llevó la ultima a la boca, como estaba casivacía, para beber tuvo que retreparse y de esta suerte, la cabeza hacia atrás, salientes los labios y en alto el codo, reía de no tragar nada, en tanto que su lengua, deslizándose entre los menudos dientes, lamia el fondo de la copa”

Los encuentros apenas duraban unos instantes y, prácticamente se reducían al saludo de llegada y a la despedida: “Emma le acompañaba siempre, cuando se iba,...