Maestro

L. M. Montgomery
Emily lejos de casa


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ola k ase



ESCRIBIENDO HASTA EL AGOTAMIENTO






Emily Byrd Starr estaba sola en su habitación de la vieja casa en la granja de La Luna Nueva, en Blair Walter, una tormentosa noche de febrero en los viejos tiempos, antes de que el mundo se pusiera patas para arriba. En ese momento era tan feliz como losseres humanos pueden serlo. Teniendo en cuenta el frío de la noche, la tía Elizabeth la había autorizado a encender fuego en el pequeño hogar, favor poco frecuente. Éste ardía alegre, arrojando una luz rojo dorada sobre la pequeña habitación inmaculada, con sus muebles antiguos y sus ventanas profundas, de amplios alféizares, en cuyos cristales escarchados blanco azulados se adherían los copos denieve, formando coronitas. El fuego daba profundidad, misterio y atracción al espejo de la pared que reflejaba a Emily sentada en la otomana frente a las llamas, escribiendo -a la luz de dos altas velas blancas que eran el único medio de iluminación permitido en La Luna Nueva- sobre un flamante cuaderno negro y brilloso que el primo Jimmy le había regalado ese mismo día. Emily se alegró mucho delregalo, porque había terminado el que le había regalado el otoño anterior y por más de una semana había sufrido la aguda angustia de la abstinencia porque no podía escribir en un "diario" no existente. Su diario se había convertido en un factor dominante de su vida joven y animada. Había tomado el lugar de ciertas "cartas" que le había escrito en la niñez a su padre, en las cuales se le había dadopor escribir sus problemas y preocupaciones, pues incluso en los años mágicos de los casi catorce años uno tiene problemas y preocupaciones, en especial si está bajo la educación estricta y bien intencionada, si bien no demasiado tierna, de una tía Elizabeth Murray. A veces Emily sentía que, de no haber sido por su diario, se habría hecho añicos, a fuerza de consumir su propio fuego. El cuaderno,negro y gordo, le parecía un amigo personal y un confidente seguro para ciertos asuntos que ardían en busca de expresión y eran, no obstante, demasiado combustibles para ser confiados a los oídos de cualquier ser vivo. Ahora bien, los cuadernos de cualquier tipo eran poco frecuentes en La Luna Nueva y, de no haber sido por el primo Jimmy, Emily jamás habría tenido uno. Por cierto que la tíaElizabeth no se lo habría regalado nunca-la tía Elizabeth consideraba que Emily desperdiciaba demasiado tiempo "con esa tontería de escribir"- y la tía Laura no osaba oponerse a la tía Elizabeth en este tema, más que nada por el hecho de que la misma Laura pensaba que en realidad Emily podía encontrar una ocupación más provechosa. La tía Laura era una joya, pero algunas cosas se ocultaban a sus ojos.Pero el primo Jimmy no le tenía nada de miedo a la tía Elizabeth y, cuando se le ocurrió que Emily probablemente necesitaba otro cuaderno, ese cuaderno se materializó de inmediato, desafiando las miradas despectivas de la tía Elizabeth. Ese mismo día, el primo Jimmy había ido a Shrewsbury, a pesar de la tormenta inminente, sin otro propósito que comprar el cuaderno. De manera que Emily estabacontenta, con su fueguito sutil y amistoso, mientras el viento rugía y se sacudía entre los árboles grandes y viejos del lado norte de La Luna Nueva, arrojaba enormes coronas espectrales de nieve que se arremolinaban a través del famoso jardín del primo Jimmy, se apilaba sobre el reloj de sol y silbaba tétrico entre las Tres Princesas, como llamaba Emily a los tres altos álamos de Lombardía delrincón del jardín.
"Me encantan las tormentas como ésta por la noche, cuando no tengo que salir", escribió Emily. "El primo Jimmy y yo pasamos una tarde preciosa planeando el jardín y eligiendo en el catálogo las semillas y las plantas. Justo donde ahora está cayendo la nieve más espesa, detrás de la casa de verano, vamos a plantar un cantero con ásteres rosados y a los Dorados, que sueñan bajo...