Maestro
Hace muchos años, había un emperador llamado MÉTODO.
Vivía en muchos lugares donde había un espléndido palacio lleno de conocimientos y le encantaba la ropa marcafilosofar.
Le gustaba tanto que hacía que sus sastres le cosieran un traje todos los días con material deductivo e inductivo.
Le gustaban sobre todo colores fenomenológicos, y su mayor deleite eracombinar fabulosos heurísticos, filológicos, gráficos entre otros.
La mayoría de los otros emperadores y reyes se encontraban ocupados gobernando sus disciplinas, formales, naturales y humanas.Sin embargo, MÉTODO, siempre estaba en sus vestidores o desfilando sus ropas cualitativas y cuantitativas por todo sus jardines del palacio para exhibir sus ropajes.
Muchas personas iban a visitarla ciudad que MÉTODO, gobernaba y ahí la vida estaba llena de instrumentales, objetuales y procesuales.
Un día, dos ladrones llegaron a la ciudad y se hicieron pasar por famosos tejedores.-Podemos tejer unas telas de funciones para usted---le dijeron a MÉTODO, que los invitó a la corte por curiosidad--, Será digna de un imperio. Las funciones aparecen constantemente que le conviene recogeruna especial para la ciencia y la investigación, que solo los filósofos pueden ver, la gente común o ineptos no la puede ver.
MÉTODO les dio una gran cantidad de opciones según las disciplinas comoformales, naturales y humanas, para que ellos le tejieran.
Los tejedores colocaron estás disciplinas en ciencias formales para trabajar día y noche en la lógica y matemáticas, ciencias naturales,métodos cualitativos y cuantitativos.
Todas estas disciplinas fueron colocadas en sus bolsillos hasta llevarse todo.
--¡Lo ven!---explicaban---¡somos los únicos tejedores en la comarca quepodemos hacer ese tipo de telas!
MÉTODO quería ver la nueva disciplina. --¿Y si no puedo verla?--- se preguntaba----Quizá no sea digno de ser emperador.
Le pidió a sus saberes que fueran a ver----...
Regístrate para leer el documento completo.