Magnolia En La Teología Cinematográfica

Magnolia: las ovejas descarriadas de fin de siglo

A pesar de su trayectoria relativamente corta como director, PT Anderson nos deleita con su tercer largometraje, Magnolia, el cual constituye unade las aproximaciones más completas del arte al drama humano.
A lo largo de tres horas, nos adentramos en la vida de nueve personajes en el Valle de San Fernando. Una serie de historias paralelas yentrecruzadas desfilan ante el asombro del espectador que va descubriendo gradualmente la carga trágica de cada uno de los personajes a través de sus propios recuerdos. Un hombre que agoniza en su camapero que no está en paz y no puede despedirse de este mundo sin encontrar al hijo que abandonó muchos años antes.
Una joven esposa que, algo tarde, descubre que ama al hombre con el que se casó porinterés. Un exitoso gurú de la televisión cuya misoginia no es sino el reflejo de su propia desgracia familiar. Un ex niño genio degradado a vendedor de línea blanca que lucha por un seguro dental yel amor de un mesero demasiado atractivo. Estos son algunos de los protagonistas corales de esta historia caleidoscópica donde las coincidencias son el pretexto para poner de manifiesto la complejidadde la naturaleza humana.
Quizá por momentos resulten inverosímiles las situaciones, pero su objetivo es reforzar el peso que el pasado tiene sobre la vida de los personajes, pues con él acarreanculpas de las que no han podido deshacerse y los lleva al colmo de la desolación.
Pero es precisamente su dolor la puerta por la que se accede al fuerte contenido teológico de Magnolia.
Parece queDios se manifiesta e estos personajes fracturados y vulnerables que han renunciado gradualmente a su humanidad y valores bajo la presión de una maquinaria que promueve la mentira, la envidia y laautocompasión.

Magnolia es un viaje a los dos extremos del tiempo. La mirada retrospectiva de los personajes es la revelación de la culpa, de modo que el pasado se identifica con el pecado.
Pero al...