Manuela saenz
Esconsiderada, con sus debidos matices, como una de las primeras feministas de América Latina y una importante líder revolucionaria de la Independencia de América del Sur. En su tiempo fuetambién severamente criticada por algunos de sus contemporáneos debido a su actitud extrovertida, provocadora y adelantada para la época, así como por la influencia política que llegóejercer, llegando a ser incluso desterrada y exiliada. Aún muchas décadas después de su muerte, influyentes intelectuales e historiadores omitieron su vida en sus obras sobre lahistoria de la campaña libertadora, así como otros la reducían a una condición decorativa romántica y aun denigrante, tejiendo una leyenda sexual alrededor de su figura, la que sigueteniendo peso en el imaginario popular.
A pesar de las críticas, siempre acompaño a Bolívar en sus gestas libertadoras.
Solo en la mitad del siglo XX, aparecieron biografías yensayos en los que se empezó a reivindicar su verdadero papel en la gran gesta libertadora de lo que hoy son Ecuador, Colombia y el Perú.[1] En los últimos años ha sido convertida en unicono del feminismo latinoamericano e igual como sigue teniendo detractores su vida también es exaltada por escritores e historiadores respetables como Alfonso Rumazo González, GermánArciniegas o Alberto Miramóm y Pablo Neruda[2] [3] y en todo caso, casi dos siglos después, es un personaje que continua despertando odios y amores, ocasionando debates y controversias.
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