Maquina

He leído más de cinco versiones diferentes de la historia de que el generalísimo Santana, además de rematar más de la mitad del país, también introdujo a los estadounidenses en el hoy extraordinario negocio del chicle. Quizá el Sr. Adams vio a Santana masticando y le dijo “presta un chicle” y a partir de ese hecho se interesó en la goma, o fue el general quien, aburrido en su exilio, lo buscópara hacer negocio; o Adams descubrió que el chicle era mejor masticarlo al fracasar en su intento de vulcanizarlo para hacer llantas de bicicleta. Como haya sido, ya todo es historia: la realidad es que hoy masticamos Chiclets Adams y no Chiclets Santana, que no hubiera estado tan mal, si al menos hubiese servido para crear una industria mexicana a partir de un patrimonio histórico. Y es que, aunqueno lo digan ni los códices ni la historia de las golosinas, las comunidades mayas son las propietarias de la “denominación de origen” del “chicle”, término que sólo debería usarse para nombrar la goma obtenida del látex que se extrae del árbol chicozapote (Manikara zapota), producida en los bosques tropicales de la península de Yucatán (también Belice y el norte de Guatemala). Todo lo demásdebería llamarse “goma de mascar”.
fuente
http://www.comoves.unam.mx/articulos/81_chicle/81_chicle.html
El chicle, por los suelos
Recuerda el cuento de Pulgarcito
cuando oyó que su padre le hablaba
así a su mujer: «Mira, mujercita mía,
apenas queda ya leña, y hay tan poco
trabajo que no gano sufi ciente dinero
para alimentar a nuestros hijos. He
pensado que, como todos son buenos
ytrabajadores, podría decirles mañana
que los llevo al bosque para que me
ayuden, y luego irme sin que me vean».
Así lo hizo el leñador, pasó el día en
el bosque con sus hijos y, de repente,
los abandonó. Uno de los niños comenzó a llorar. Pulgarcito, tan pequeño y
listo como el dedo pulgar, les dijo a
sus hermanos: «No os preocupéis, oí
que nuestro padre nos quería abandonar y, cuandoveníamos en el carro,
fui dejando piedrecitas blancas por el
camino de casa y, cuando se acabaron,
miguitas de pan. Así podremos volver
a casa, sin perdernos».
Pero Pulgarcito no contaba con que
los pájaros del bosque también tenían
hambre y se zamparon las migas. Y ahí
comenzó su aventura.
El chicle que niños y mayores dejan
Un real decreto que actualiza la normativa para laelaboración del chicle puede acabar
con las huellas que emborronan y afean nuestras calles y plazas
en calles y plazas no hay pájaro que se
lo trague. A todos los alumnos les será
fácil encontrar de nuevo la entrada del
colegio, el rincón del quiosco, la parada del autobús, la golosinería donde
se llenan de combustible. Incluso las
huellas los acompañan hasta dentro del
colegiomarcando como lapas la bodega del pupitre, chupando el trasero de
la silla, la suela purulenta del zapato o
tal vez engomando el pelo pegajoso de
la víctima elegida. ¿Qué hacer?
NUEVA GOMA DE MASCAR
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición quiere acabar
con esta especie de viruela de calles
y plazas de ciudades y pueblos. Y el
Consejo de Ministros aprobó el pasado 26 unreal decreto por el que se
actualiza la lista de sustancias que se
pueden utilizar para la fabricación de la
goma de mascar. ¡Qué plaga, el chicle!
Es cuestión de educación. ¿O no es
medio ambiente la piedra, el cemento
o la baldosa que pisamos?
Y, por no quedarse en palabras
y poner manos a la obra, ahí están, por ejemplo, los de Valdepeñas
(10/11/2010), con su brigada del chicle,calculando cuánto costará limpiar calles y plazas de la ciudad entera cuando
en 200 metros han rascado del suelo más de 2.500 chicles. En Málaga
decían (31/05/2005) que en el paseo
del Parque puede haber pegados unos
48.000 chicles, cuya limpieza costaría
al Ayuntamiento unos 12.500 euros.
En Pozuelo de Alarcón desde hace
unos años funciona una máquina que
arranca 200 chicles...