marcio veloz maggiolo
El solo nombre de Marcio implica toda una teoría del ejercicio de escribir. Crear. Fabular. Decir. Su dilatado ejercicio, en tránsito constante de un género a otro, constituye un auténticodolor de cabeza para preceptistas y tomistas. Desde su primer libro de poemas —El sol y las cosas (1957) —, hasta su más reciente Memorias reversibles (2012), Marcio Veloz Maggiolo ha trazado un caminoseñero en el mapa de las letras de su país y del área. De ahí que, tanto su obra narrativa como su obra académica, además de gozar de la cálida recepción de un público en constante crecimiento, hoy porhoy, es objeto de estudio de los más prestigiosos centros académicos del continente.
Se enfría o se agota el café. Pasó el tiempo allá afuera. La gente viene y va. Acá adentro, en la emblemáticaCafetera, el tiempo sigue detenido. Marcio entra, se sienta; me firma el ejemplar de La memoria fermentada (para reponer el que extravié hace tiempo); me cuenta de qué va lo que urde y confabula alláafuera. Yo escucho. Tomo notas y pregunto. Él, contesta, pausadamente:
—«De dónde vino la gente», el sugerente título de una de tus novelas que siempre me ha llamado la atención, me pauta pie parainiciar este corto diálogo. ¿De dónde venimos y hacia donde vamos la gente de este tramo de isla que limita, por un lado, el Caribe y por el otro una artificiosa línea fronteriza?
—Lo primero es...
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