MARGARITA LECOMTE
Páginas: 2 (329 palabras)
Publicado: 22 de enero de 2015
En 1758 se intensificó más el ardiente deseo de trabajar por la educación de las niñas pobres de la ciudad, pero sobre todode pueblos agrícolas.
Reflexionó sobre el proyecto, consultó con elSeñor en la oración, pidió consejo a sus superiores eclesiásticos, y esperó dócilmente la hora de la Providencia. La espera duróocho años. !Las obras de Dios participan de su eternidad!DESPUES HUBO UN«GRANO DEMOSTAZA»
MARGARITA LECOMTE Nació en Jeusse (Mosella), en 1737. Juan Martín era coadjutor de Metz, ella se habíaestablecido con su familia en la ciudad y vivían en la callede los claveros. En un ambiente obrero como aquel en el que el trabajo y la honradez de cada uno eran toda su riqueza. Para la manutención desu familia, acudía todos los días a trabajar a untaller de costura y recibía un salario escaso. Un accidente después de su primera comunión, jugando sobre el hielo un día de invierno, se cayó y serompió el brazo, por lo que tuvo que permanecerbuen tiempo en el hospital. Se gano el cariño de las enfermeras religiosas y ellas al conocer su deseo de aprender a leer le enseñaron. Su recreo favoritoera la lectura pero procuraba privarseantes de entristecer sus compañeras. Se dedicaba con incansable caridad a aquellas que manifestaban el querer leer. Sus virtudes le merecieron la estima de suspatrones y le confiaron ladirección de la sala en la que trabajaba. Su responsabilidad y puntualidad en el trabajo, pronto fueron imitadas por las demás obreras que dirigía, y a menudo eran puestascomo ejemplo a las demásempleadas del taller. Margarita va hasta la parroquia de San Víctor y allí conoce el P. Moye. las prácticas que aconsejaba este santo sacerdote estimulaban. Y de hecho volvíde nuevo. Esta vez, elpiadoso director se informó de mis prácticas de piedad y me hizo detallar mis ocupaciones. ODIO SU PAGINA PERO NO ME QUEDO DE OTRA PORQUE BLOQUEARON LA INFORMACION PARA QUE NADIE MAS LA TUVIERA
Reflexionó sobre el proyecto, consultó con elSeñor en la oración, pidió consejo a sus superiores eclesiásticos, y esperó dócilmente la hora de la Providencia. La espera duróocho años. !Las obras de Dios participan de su eternidad!DESPUES HUBO UN«GRANO DEMOSTAZA»
MARGARITA LECOMTE Nació en Jeusse (Mosella), en 1737. Juan Martín era coadjutor de Metz, ella se habíaestablecido con su familia en la ciudad y vivían en la callede los claveros. En un ambiente obrero como aquel en el que el trabajo y la honradez de cada uno eran toda su riqueza. Para la manutención desu familia, acudía todos los días a trabajar a untaller de costura y recibía un salario escaso. Un accidente después de su primera comunión, jugando sobre el hielo un día de invierno, se cayó y serompió el brazo, por lo que tuvo que permanecerbuen tiempo en el hospital. Se gano el cariño de las enfermeras religiosas y ellas al conocer su deseo de aprender a leer le enseñaron. Su recreo favoritoera la lectura pero procuraba privarseantes de entristecer sus compañeras. Se dedicaba con incansable caridad a aquellas que manifestaban el querer leer. Sus virtudes le merecieron la estima de suspatrones y le confiaron ladirección de la sala en la que trabajaba. Su responsabilidad y puntualidad en el trabajo, pronto fueron imitadas por las demás obreras que dirigía, y a menudo eran puestascomo ejemplo a las demásempleadas del taller. Margarita va hasta la parroquia de San Víctor y allí conoce el P. Moye. las prácticas que aconsejaba este santo sacerdote estimulaban. Y de hecho volvíde nuevo. Esta vez, elpiadoso director se informó de mis prácticas de piedad y me hizo detallar mis ocupaciones. ODIO SU PAGINA PERO NO ME QUEDO DE OTRA PORQUE BLOQUEARON LA INFORMACION PARA QUE NADIE MAS LA TUVIERA
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