Mariano y Bosco

Ensayo # 1

Es triste, pero es la realidad; es la naturaleza humana. Esa naturaleza que se ve opacada por los instintos más primitivos con los que el hombre puede llegar a actuar cuando abandonael racionalismo y la inteligencia. ¿Qué hay de la justicia, del atributo más noble de Dios? Dentro de los muchos actos jurídicos que el hombre comete día a día, este se envuelve en una nube deincertidumbre que impide claridad.
Que si Mariano robó o no, queda en el aire, lo que es un hecho es que si ese fue el caso, cometió una de las faltas mas graves contra la ley civil mundial. Lamentables lascircunstancias en las que la justicia actúa a veces –no se me malinterprete, mi punto de opinión es con la perspectiva de que Mariano fue culpable del robo de aquel entonces-, y me pregunto entonces,si está “Justicia” es divina o “cada quien recibe lo que merece”.
Teniendo presente el preámbulo anterior, queda retomar el tema del racionalismo y la inteligencia con la que los hombres actuamos.Pensemos que nosotros somos la señora que se encontraba raspando el boleto de lotería, peatones a las afueras del bar, o que simple y sencillamente estábamos adentro del bar al momento del homicidio.Como acto primordial natural –creo, y estoy convencido de ello- no se nos ocurriría acudir inmediatamente ante el herido para comprobar su estado. No, porque entre muchas otras cosas, el asesino podríavolver a comprobar la muerte del sujeto –Mariano- y ante un acto de incertidumbre, nerviosismo y miedo, arremeter contra cualquiera que él pudiese estar ayudando. ¿Es triste?, puede que así resulte,pero ante todo, el ser humano siempre buscará proteger su vida antes que cualquier cosa en este mundo; así es el ser humano y es parte de su naturaleza, de modo que no se trata de dimitir el temor ola indiferencia en los habitantes de Nápoles, simple y llanamente es el racionalismo humano; cuidar su vida.
Finalmente, siempre es difícil superar la perdida de cualquier familiar o persona...