Mas Que Un Carpintero Testimonio

MÁS QUE UN CARPINTERO
¿Por qué es que uno puede hablar acerca de Dios, y nadie se molesta, pero en cuanto se menciona a Jesús, la gente a menudo quiere detener la conversación? ¿Por qué a lo largo de los siglos ha dividido a tantos hombres y mujeres la pregunta: ¿Quién es Jesús?
Tomás de Aquino escribió: <<Dentro de cada alma existe la sed de ser feliz y tener una vida consentido>>. En mi caso, comencé a sentir esta sed cuando era un adolescente. Deseaba ser feliz. Quería que mi vida tuviera sentido. Me acosaban esas tres pregustas básicas que obsesiona a cada ser humano: ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Adónde voy? Quería respuestas, así que, siendo aún un joven estudiante, comencé a buscarlas.
Entonces pensé que la educación podría tener las respuestas a mi búsqueda desentido, así que me matriculé en una universidad. Pronto me convertí en el estudiante más impopular entre los profesores. Los abordaba y detenía en sus oficinas y los acosaba en busca de respuestas a mis preguntas. Cuando me veían venir, apagaban las luces, bajaban las persianas y cerraban sus puertas. Uno puede aprender muchas cosas en la universidad, pero no encontraba las respuestas que estababuscando. Los miembros de la facultad y mis compañeros de estudio tenían tantos problemas, frustraciones y preguntas sin respuestas como yo.
Un día en el campus vi un estudiante que vestía una camiseta con un letrero: <<No me sigas. Estoy perdido>>. Así es como me parecía todo el mundo en la universidad. La educación, decidí, no era la respuesta.
Comencé a pensar que quizáencontraría felicidad y sentido en el prestigio. Descubriría una noble causa, me dedicaría a ella y, en el proceso, llegaría a ser bien conocido en el campus. Las personas con más prestigio en la universidad eran los líderes de los estudiantes, los que también controlaban el presupuesto. Así que tuve varios cargos siendo estudiante. Fue una embriagadora experiencia conocer a todos en el campus, tomardecisiones importantes, gastar el dinero de la universidad consiguiendo los oradores que quería y dinero de los estudiantes para organizar fiestas.
Aun así, la emoción del prestigio desapareció como todo lo demás que interpretaba. Me levantaba el lunes por la mañana, casi siempre con dolor de cabeza debido a la noche anterior, temiendo enfrentar otros cinco días más de desdicha. Soportaba de lunescomenzaría de nuevo el ciclo carente de significado.
No quería revelar que mi vida no tenía sentido; era demasiado orgulloso para eso. Todo el mundo pensaba que era el hombre más feliz del campus. Nunca sospechaban que mi felicidad era una falsedad. Dependía de mis circunstancias. Si las cosas iban fantásticas para mí, me sentía fantástico. Cuando las cosas iban pésimas para mí, me sentía pésimo. Soloque no lo mostraba.
Era como un barco en alta mar, lanzado de un lado a otro por las olas. No tenía timón… ni dirección, ni control. Con todo, no podía encontrar nadie que viviera de una manera distinta. No podía encontrar nadie que me dijera cómo vivir de forma diferente. Estaba frustrado. No, era peor que eso. Existe un duro término que describe la vida que estaba viviendo: infierno.
Poraquel entonces, noté un pequeño grupo de personas, ocho estudiantes y dos miembros de la facultad, que parecían diferentes a los demás. Parecía que sabían quiénes eran y a donde iban. Y tenían convicciones y me gustaba estar a su alrededor. Admiraba a las personas que creían en algo y adoptaban una postura al respecto, aun si no estaba de acuerdo con sus creencias.
Me resultaba evidente que esaspersonas tenían algo que no tenía yo. Eran terriblemente felices. Y su felicidad no dependía de los altibajos de las circunstancias de la vida universitaria; era constante. Parecían poseer una fuerte interna de gozo y me preguntaba de donde procedía.
En aquellas personas había algo distinto que captaba mi atención: sus actitudes y acciones de los unos hacia los otros. En verdad se amaban entre...