Masa

“Domingo, nueve de la mañana”

Salí de la recámara, ella todavía se hallaba descansando del viaje que habíamos hecho a Cuernavaca; dormía como si fuera un ángel, sus mejillas estaban bañadas de uncolor vivo y en su cabello penetraban los rayos del sol haciéndolo brillar aún más.
¡Domingo! –pensé- nueve de la mañana, ¿qué hago despierto a esta hora? No recordaba que me había despertado unruido extraño que provenía de esta casa.
Una casa con pasillos laberínticos, con cierto olor a madera podrida, a humedad que brota como un virus sobre la casa y que en ciertas ocasiones me haceestornudar.
Sólo puedo observar esas plantas creciendo como víboras sobre las paredes llenas de moho, tratando de alcanzar la poca luz que el sol avienta por esa pared cuarteada, vieja, sucia, olvidada,cubierta de sombra y humedad. La pintura cae como nieve en esos tiempos de invierno, desvistiéndola y dejando ver su verdadero tono grisáceo.
Pero regreso a ese ruido que fue demasiado extraño parapermitirme una idea clara sobre todo quién lo había emitido. No sé cómo describirlo; ha rebasado toda mi lucidez sobre los conocimientos que poseo o pretendo poseer.
Pero intentaré dar una brevedescripción de lo que escuché.
Fue algo grave, o tal vez agudo, no sé, déjenme recordar una vez más.
Sólo sé que hizo despertarme de golpe… ¿pero qué pasó después?... no recuerdo, no puedo recordar mucho. Mimente se encuentra llena de cosas que no funcionan ahorita, que me distraen y hacen que se esconda “eso” que a veces se asoma para dejarme recordar. Lo intentaré una vez más, ese sonido… fueescalofriante.
Recorrí toda la casa y sólo encontré calma, silencio; entonces volví a escuchar de nuevo aquello que ahora rompía mis tímpanos; voltee a ver a mi alrededor desesperado, angustiado; mi cuerpoestaba frío y mi corazón se quedaba sin sonido. De nuevo todo en completa calma; me detuve un rato, me dieron ganas de llorar, empecé a marearme, sentí mi cabeza envuelta en un zumbido; mi corazón...