Max Weber - Política Como Profesión

Max Weber: “La Política como Profesión”

En 1919 Alemania vive una encrucijada histórica. La Gran Guerra ha dejado exhausto al país, que yace como un enfermo en su lecho sobre el que deliberan alrededor los ‘médicos’ aliados –Inglaterra, Italia, Estados Unidos y, sobre todo, el cirujano resentido, Francia–, que han de decidir acerca del futuro que aguarda al Segundo Reich alemán. ConGuillermo II en el exilio y las calles rugiendo con la revolución frustrada de los socialistas espartaquistas de Rosa Luxemburgo, con el embrión de lo que posteriormente sería el NSDAP, el partido nazi, organizándose de la mano de Anton Drexler y con una República de Weimar en la que no cree nadie, el panorama político se presenta muy oscuro para Alemania.

Es en este contexto cuando Max Weber(1864-1920) pronuncia el discurso “La política como profesión” en la Universidad de Munich, un discurso que posteriormente sería publicado y que se ocupa de examinar la siempre problemática relación que existe entre la ética y la política. La interacción entre estos dos términos es ya explorada en autores como Aristóteles, para quien ambos están íntimamente ligados, encontrando que los dos se dirigen albien del hombre, el primero de modo directo, y el segundo a través del Estado. De este modo, para Aristóteles, “todo Estado es, evidentemente, una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de algún bien, puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en vista de lo que les parece ser bueno. Es claro, por tanto, que todas las asociaciones tienden a un biende cierta especie, y que el más importante de todos los bienes debe ser el objeto de la más importante de las asociaciones, de aquella que encierra todas las demás, y a la cual se llama precisamente Estado y asociación política.” Así, las ideas de política y bien van en Aristóteles ligadas indisolublemente, puesto que es en el ámbito del Estado, la asociación política por excelencia, donde el serhumano se realiza plenamente. Así, “todas las ciencias, todas las artes, tienen un bien por fin; y el primero de los bienes debe ser el fin supremo de la más alta de todas las ciencias; y esa ciencia es la política. El bien en política es la justicia; en otros términos, la utilidad general.” . Aristóteles coloca, de este modo, la ecuación social en los términos siguientes: primero la justicia yluego el orden, es decir, la moral como inspiradora de lo político.

Opuesta a esta visión se encuentra la que presenta en su clásico tratado “El Príncipe”, de 1513, Nicolás Maquiavelo, al que Luis Blanco Vila denomina “el hombre de la ‘realpolitik’” . Maquiavelo hace en su libro un ejercicio de pragmatismo político que guarda similitudes con el que realiza el propio Weber en “La política comoprofesión” y que no pretende examinar la política de un modo normativo o deontológico a la luz de la moralidad cristiana imperante en la Europa del siglo XVI, sino que, frente al lema evangélico del que se hace eco Weber en sus referencias al “Sermón de la Montaña” y que afirma que los árboles sanos no pueden dar sino un fruto sano, así como los árboles enfermos sólo pueden dar fruta enferma, esdecir, que de un bien sólo puede derivarse un bien y que de un mal no cabe nunca esperar un bien , Maquiavelo afirma que, en política, para llegar a determinados fines que se consideran buenos, en ocasiones es inevitable llevar a cabo acciones inmorales. De este modo, Maquiavelo nos dice lo siguiente: “cuan de alabar sea que un príncipe mantenga la palabra y viva con integridad y no con astuciatodos lo comprendemos; sin embargo, se comprueba por experiencia en nuestros mismos tiempos cómo aquellos príncipes que han hecho poco caso de la palabra y que, con astucia, han burlado la inteligencia de los hombres, al final han quedado por encima de aquellos que han sido leales. Debéis, pues, saber que hay dos maneras naturales de combatir: una, con las leyes; la otra, con la fuerza; la primera...