Megan
En Sacclaya preparan caldo y picante de cordero. Ya no celebran a la SantísimaTrinidad, pero sus festejos renacen cuando llegan los carnavales y el aniversario del pueblo. El carnaval, aquel desborde de entusiasmo, atrapa sus almas y cuerpos después delMiércoles de Ceniza. Va cubriéndolos de cintas chillonas y los anima a componer canciones y a enamorarse un viernes pintado de múltiples colores. Las quenas ponen elritmo masculino y las tinyas (tambores pequeños) y cascabeles hablan de los sones femeninos.
Irma le canta a una laguna en la que nadan mitológicos patos, Frank quiereretar a todo el mundo en el atipanacuy (competencia) con huaraca (látigo). Julián está orgulloso del atuendo que lleva: sus abuelos lucían aquellos trapos de gruesa lana yahora los jóvenes solo se ponen la cintapollera, imitando una falda con varias cintas asidas a la faja.
Sobre los lomos de sus caballos, solteros y solteros vancoqueteando. No se hablan al oído, aunque el canto repetido los va acercando. De seguro, al caer la tarde, muchos habrán conseguido pareja poniéndose de acuerdo o manteniendo lacostumbre del suwanacuy, robando a la muchacha escudados en la oscuridad y burlando a los parientes que están alertas, pues saben que en noviembre nacerán los “hijos .
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