Metofo
P R O G R AM AS DE AC T I VI DAD F Í SI C A E N G E ST ANT E S
Rubén Barakat Carballo*
I NT R O DUC C I Ó N
An t eced en t es h ist ór icos. R ela ción en t r e el em b a r a zo y el ej er cicio físico. E st a d o
a ct u a l d el t em a .
A lo largo de la historia, las mujeres han recibido todo tipo de con sej os sobre có mo
llevar mejor el proceso del embarazo y el parto. Estas recomendacio nes han procedido
de profesionales de diversa índo le, patriarcas religiosos, filó sofos, médicos.
Una buena parte de estos consejos se han centrado en el t ipo, duración e intensidad de la
actividad física desarrollada durante la gestación. Desde hace mucho tiempo se ha
relacio nado el buen embarazo y el parto sencillo con el ejercicio físico. En el siglo III
a.C., por ejemplo, Aristóteles atribuyó ya lo s partos difíciles a un est ilo de vida
sedentario. En el Éxodo, capítulo 1 versículo 19, los autores de la Biblia observaron que
las mujeres esclavas judías daban a luz con más facilidad que las damas egipcias: “...las
mujeres hebreas no son como las damas egipcias; son muy vitales, y dan a luz antes de
que las co madronas acudan a ayudarlas” (Artal, Wiswell y Drinkwater, 1991).
A medida que se ha ido comprendiendo mejor todos los procesos y mecanismo s físico s
y fisio lógicos del embarazo, las mujeres fueron recibiendo consejos más precisos sobre
el tipo de ejercicio físico más adecuado. En el siglo XVIII los médicos so lían estar de
acuerdo en las ventajas ofrecidas por la act ividad física durante la gestación. En 1778,
James Lucas, un cirujano de Escuela de Enfermería General Leeds de Inglaterra,
presentó un escrito en el que aconsejaba realizar ejercicios físicos durante el embarazo, basándose en la premisa de que el ejercicio fís ico impediría el tamaño excesivo de l
bebé, facilitando así su salida por el canal de parto (Artal, 1995).
Actualmente, tanto entre ginecó logos como entre licenciados en Ciencias de la
Act ividad Física y el Deporte existe inquietud respecto a las consecuencias que t iene e l
ejercicio físico durante el embarazo y también acerca del t ipo de ejercicio físico o
programa más adecuado para un período con tantas particularidades co mo el embarazo.
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Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la UPM. Profesor Titular de la Facultad de Ciencias de
la Actividad Física y el DeporteINEF (UPM), Vicedecano de Investigación y Documentación de la citada Facultad.
Integrante del grupo de investigación “Ejercicio físico y salud” (UPM). rubenomar.barakat@upm.es
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E j er cicio y em b a r a zo ¿ P u ed en coexist ir ?
Son bien conocidos los efectos beneficiosos que el ejercicio físico tiene sobre la salud
en general, aunque no se cuenta con la mis ma informació n cuando se refiere a un proceso de tan notable importancia como el embarazo (Barakat, 2006).
La situació n de embarazo posiblemente sea la que mayor cant idad y calidad de
modificacio nes de diversa índo le provoca en el ser humano; estos cambios cobran una
superlat iva importancia debido a que de su normal desarrollo no sólo depende e l
bienestar de la gestante, sino también el armónico curso del embarazo y, algo aún más
trascendental, la salud fetal (Carreras, Guiralt, Del Pozo y Sostoa, 1995).
La gestación por sí so la causa cambios anatómicos y funcio nales que t ienen una gra n
repercusión sobre la bio logía de la mujer. La adaptación materna al embarazo tiene u n
sentido prospectivo, ya que proporciona las ...
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