Minutos

No sé qué es más desesperante, el nunca llegar a conocer el verdadero sentido -si es que existe alguno-, el estar seguro de que no tenemos sentido -que nunca podremossaberlo-, o el ver a la gente pobre pidiendo unos centavos para poder comer, niños, ancianos inválidos –muchos inválidos de alma-, otros ciegos, y la mayoría no sólofísicamente, DESESPERANTE es el tiempo que me falta para poder ayudarlos ¡Por fin! Mientras mi pueblo adormecido, duerme, duerme…

Yo incesante sueño y a paso ligero voy tratando deconstruir lo anhelado, a pesar de saber que lo que para este país anhelo termine puede existir en otros lugares del mundo, y por más que dejemos que el hermoso sueño deequidad nos guíe el camino, no podemos negarnos que las desigualdades siempre existirán y no podrá ser de otra forma.

Las personas velan por sus propios intereses, todoshablan de lealtad pero nadie la entiende, maldito sistema, malditos los que ven y manipulan a sus semejantes, infelices los que se dejan envolver por los placeres de estemundo, los que se creen que la felicidad está en el dinero, en una casita “super nice”, los esnob de la moda que se creen lo máximo, los que hablan de ciertas libertades,los que se creen e inventan ciertas necesidades… Para qué seguir generalizando, en este momento no los mencionaré, aún no.

Mi impotencia y angustia a veces me domina, mefastidia, me reniega, no encuentra sosiego, pero sabe que necesita tiempo, tiempo, tiempo…No dura mucho, en minutos asume la realidad que ante sus ojos se muestra día a díay jamás la olvida ¡Cómo podría! Se reconforta y sigue con, lo que hasta ahora tan sólo son: “Sueños”; y recuerda que no le teme a nada ni a nadie, mucho menos a la muerte.