Misticismo En Immanuel Kant

Misticismo en I. KANT

Sebastian. R. Aguilera

Resumen: La idea de que la razón, a partir de la segunda parte de la Crítica de la razón pura de Kant, pueda disciplinarse a sí misma para no traspasar sus propios límites es de suyo interesante puesto que hace emerger de inmediato un contraste entre este tipo de concepción del obrar filosófico (con la razón disciplinada) y un tipo deexperiencia, intelectual si se quiere, como lo es la experiencia mística, en el sentido general de rebasar lo propios límites de la razón para una unión con el todo. Este pequeño trabajo pretende mostrar, de manera general, este contraste a partir de la respuesta a la pregunta ¿Cómo es que la Razón puede disciplinarse a sí misma?, y de las respuestas a preguntas que surjan desde este nodo.Descriptores: Kant, Disciplina, Razón, Experiencia mística, Límites de la razón.

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Desde segunda parte de la Crítica de la razón pura, llamada “Doctrina Trascendental de Método”, y en el capítulo primero sobre La Disciplina de la Razón Pura, Kant nos muestra que la Razón, si quiere que en su uso especulativo (relativo a la filosofía) alcance el estatus de ciencia, debe alejarse deciertas reglas y someterse a una negatividad en forma de norma que ella misma se impone, de aquí que “la fuerza con la que se reprime y, finalmente, se elimina la constante inclinación a apartarse de ciertas reglas se [llame] disciplina”[1] y que además ésta última tenga un carácter negativo, puesto que toda represión encierra una negación. Dado que “la función propia de los juicios negativos no esmás que impedir el error”[2], la disciplina toma el rol de un tamiz sobre el cual no es posible seguir avanzando, en el caso de que traspasar el tamiz sea, en efecto, seguir avanzando. En este sentido la disciplina ejerce un poder sobre la razón que la hace reprimir su natural tendencia, pero esto abre de inmediato la pregunta ¿es necesario arrancar todo rasgo de naturalidad en las cosas?, quequedará pendiente por ahora.
Esto último abre un problema digno de ser tomado en consideración antes de seguir avanzando; se trata de que en Kant se evidencian ciertas restricciones, límites, posibilidades que saltan a la vista como obvias, pero que resultan sospechosas, al menos, si se las ve un paso atrás. Nos referimos a todos los pasajes en donde Kant habla de los “límites de nuestroconocimiento”[3], del “juego frívolo que hace pasar fantasías por conceptos y palabras por cosas”[4], de la “tendencia a extenderse más allá de los angostos límites de la experiencia posible”[5] o de “las condiciones de nuestra facultad”[6] y muchos más donde se deja ver una cierta preconcepción de tales límites, lo que nos diría que Kant ha de haber conocido los límites antes de escribir todos estospasajes, dado que habla sin tapujos de ellos, casi, podríamos decir, dogmáticamente[7]. En este sentido, una crítica posible sería preguntar al texto kantiano ¿quién ha fijado los límites?, o ¿cómo es que estos límites aparecen a la razón? Kant concibe los límites como una especie de salvaguarda de la razón pura que la encaminan a no engañarse a sí misma, en “el afán de saber propio de loshombres”[8], con ilusiones que tienen como causa que el método para alcanzar un conocimiento determinado no es el que le corresponde de suyo. Cada uno con lo suyo, diríamos. Nos parece que Kant queda cegado por este afán de distinguir la razón de absolutamente todo lo demás, de la imaginación, de la sensibilidad, del ingenio, etcétera. Pero esto no hace más que crear infinitas divisiones y distinciones que ala larga no logran su cometido. Esto es análogo al estudio de la naturaleza: si se parte de un punto x, digamos un cabello de la cabeza, para comprenderlo debemos aislarlo, pero para esto debemos conocer bien aquello que no es el cabello: la cabeza, el cuero capilar, la raíz, etcétera, esto para poder hacer la diferencia y enmarcar el cabello como figura y todo lo demás como fondo. Esto es...